El Tribunal Europeo de Derechos Humanos (TEDH) en su sentencia piloto Neshkov y otros v. Bulgaria del 27 de enero de 2015 encontró violaciónes graves y problemas estructurales que afectan a todo el sistema penitenciario en Bulgaria.
Como consecuencia de ello, el tribunal fijó un plazo de 18 meses en los que las autoridades búlgaras debían plantear medidas integrales para cambiar la situación. La aplicación de las medidas la supervisa el Comité de Ministros del Consejo de Europa.
Este es el tercer juicio piloto consecutivo contra Bulgaria y el tercero en la jurisprudencia del tribunal en el que se juzgan las malas condiciones en los centros de privación de libertad.
Violencia entre los presos
El periodo de 18 meses está a punto de terminar y el Comité Helsinki de Bulgaria (BHC), como organización con una enorme experiencia en seguimiento de cárceles en el país, ha escrito un informe que describe la situación y el progreso que se ha hecho hasta ahora para desarrollar las recomendaciones del TEDH.
Los resultados del informe demuestran que se ha hecho poco o nada para resolver esta situación que se prolonga desde hace ya mucho tiempo.
Durante el verano de 2016, los investigadores del BHC visitaron las cárceles en ocho ciudades. El objetivo era hacer seguimiento de las medidas que se habían tomado para registrar e investigar los casos de violencia entre los presos, así como para supervisar las condiciones de vida - en las zonas de vivienda, acceso a alimentos, agua, higiene, servicios médicos y otros.
La violencia contra los presos y la incapacidad de manejarla es todavía uno de los problemas más graves. Los análisis médicos de los presos aún no son confidenciales y consisten simplemente en una entrevista, sin un examen médico adecuado. Las víctimas casi nunca saben cuáles son los resultados sus exámenes médicos. Los médicos todavía siguen sin notificar a los fiscales los casos de maltrato por parte del personal de prisiones. Una de las principales razones de la grave situación de violencia es el hacinamiento de las cárceles.
Condiciones insalubres
Las condiciones materiales de los centros penitenciarios siguen caracterizándose por un estado cada vez más grave de deterioro. La presencia de un tercer nivel de literas en algunas celdas y la falta de libertad de movimientos alarmó a los investigadores. En la mitad de las instituciones visitadas, la ropa de cama y las camas estaban en mal estado y la luz natural en las celdas era insuficiente para la lectura.
Hay algunos problemas muy graves en cuanto a la higiene: se observaron insectos y roedores en muchos lugares; las instalaciones sanitarias son insalubres e inadecuadas en cuanto a su diseño, o inexistentes (lo que requiere el uso de cubos por la noche); la forma de mantener una higiene personal es inadecuada; no hay agua caliente en los baños ni ningún tipo de privacidad para bañarse; y en algunos lugares el baño lo utilizan de 40 a 50 personas a la vez.