El Gobierno húngaro ha propuesto un nuevo impuesto basado en el uso personal del Internet que llegaría a un máximo de 700 forintes mensuales (unos 2,20 euros) para los suscriptores individuales y 5.000 forintes (15.90 euros) para las organizaciones empresariales. En el caso de que los proveedores de servicios deben decidir compensar los nuevos impuestos a través del aumento de tarifas, el incremento de tarifas de servicio incrementarían aún más por el impuesto al valor agregado.
Según Hungarian Civil Liberties Union, la imposición de esta tasa pública viola los derechos de los ciudadanos a la información, libertad de expresión y la privacidad y socava la igualdad de oportunidades.
El Internet representa para la mayoría de nosotros, el más importantes medio de comunicación. Nuestra correspondencia con colegas, oficinas y amigos a menudo fluye a través de Internet. Las personas que - debido a los obstáculos tecnológicos o financieros - no tienen acceso al Internet sufren desventajas significativas con respecto a sus relaciones privadas y la participación en la vida pública. La falta de información vulnera a las personas e inhibe su participación en la vida comunitaria, impidiéndoles ejercer algún tipo de control sobre las medidas que afectan sus vidas. La pobreza se ha convertido recientemente en un problema grave y generalizado en Hungría, contra el cual se debe luchar, en parte, a través del Internet: su uso representa una herramienta importante para la integración de los grupos sociales excluidos, mientras que también es indispensable para la educación de calidad y el teletrabajo.
Por lo tanto, cualquier obstáculo financiero al acceso al Internet debe reducirse o eliminarse.
El impuesto de Internet negativamente impacta la actividad pública de los ciudadanos y restringe el acceso y la difusión de la información y, de este modo, suprime el debate público. Es igualmente importante entender que esta nueva forma de impuesto interferiría con la privacidad de los ciudadanos. Su introducción también inhibiría el mantenimiento de las relaciones privadas y entretenimiento. Al imponer un nuevo tipo de impuesto que desalentará el uso del Internet, el Estado interferiría con este tipo de relaciones también.
HCLU cree firmemente que deben derogarse los impuestos propuestos para el uso de Internet. Hasta que esto ocurra, le pedimos a todo aquel que promueve los valores de la libertad e igualdad que protesté contra la introducción de este impuesto.
Nota del editor de Liberties.EU: El viernes, 31 de octubre tras protestas masivas en Budapest, el primer ministro Orban anunció la retirada del proyecto de ley de impuestos sobre el uso del Internet.