Los componentes cannabinoides CBD (cannabidiol) de origen natural no tienen un potencial de abuso, por ello no deberían estar sujetos a las restricciones del control internacional, según señaló el Comité de Expertos en Farmacodependencias (CEF) de la Organización Mundial de la Salud. "Los estudios recientes en animales y humanos prueban que su uso podría tener un valor terapéutico para las convulsiones de epilepsia y trastornos relacionados". Pero debido a que la información actual no justifica suficientemente el uso del cannabidiol, realizarán una revisión más extensa en mayo de 2018.