Varias ONG italianas e internacionales que trabajan asistiendo y rescatando a migrantes en el Mediterráneo se enfrentan a dos acusaciones graves: connivencia con los traficantes de personas y de actuar como un "factor de atracción" para los mismos traficantes debido a que trabajan muy cerca de las costas libias. Las fuentes de financiación de estas ONG también están siendo cuestionadas, así como su propósito.

Entre las precuelas del actual debate hay un artículo de la Fundación Gefira que acusó a las ONG de connivencia con los traficantes y la mafia italiana, y otro del pieza del Financial Times basado en un informe confidencial de Frontex, la Agencia Europea de Guardia de Fronteras y Costa.

Ignorando completamente el hecho de que las múltiples organizaciones que trabajan en el Mediterráneo son las responsables de haber salvado miles de vidas, -ocupando el vacío provocado por la inacción de los gobiernos nacionales- los políticos e instituciones italianas fueron los primeros en apoyar y secundar estas acusaciones mal fundadas y peligrosas.

Ataque a las ONG que salvan vidas

Hay dos documentos que se están utilizando para apoyar las acusaciones contra las ONG: el primero es el informe de Frontex sobre el seguimiento de la migración en el Mediterráneo. Este, expresa su preocupación por que las ONG se conviertan en un factor de atracción y porque se acercan demasiado a las costas de Libia, facilitando así el tráfico de personas (aún así, Frontex ha dejado claro que no tiene intención de acusarles de connivencia).

El segundo es una investigación informativa (es decir, sin cargos ni acusados) que ha abierto Carmelo Zuccaro, fiscal de Catania, sobre el trabajo de estas ONG y el riesgo de que formen parte de una red más grande de tráfico de personas. Zuccaro ha desempeñado un papel importante en el apoyo a las acusaciones contra las ONG, alegando que tiene pruebas de que al menos algunas de ellas están trabajando directamente con los traficantes, aunque no ha puesto ninguna prueba a disposición de la nueva y más extensa investigación que está en curso.

Políticos de distintos partidos de Italia han basado sus acusaciones sobre estos dos elementos, alegando que van a emprender una cruzada para llegar a la verdad, para descubrir quién está detrás de las ONG y cuáles son sus verdaderos propósitos. Se aproximan las elecciones y estos políticos afirman que les mueve una voluntad de transparencia, la preocupación por el interés de los ciudadanos italianos y por los propios migrantes, y que nada tiene que ver con sus propios intereses políticos o la búsqueda del apoyo de aquellas personas que viven la situación de los refugiados una "invasión" intolerable.

Criminalizar la solidaridad

En medio del caos de acusaciones y medias verdades, las ONG se ven obligadas a defenderse de la acusación de que no respetan su compromiso humanitario.

Los portavoces de las principales ONG que participan en las actividades de búsqueda y salvamento en el Mediterráneo han aclarado su papel y misión: como subrayó el director general de Médicos Sin Fronteras, las ONG son necesarias porque el esfuerzo del gobierno italiano, la guardia costera, Frontex y los barcos de la OTAN es insuficiente para hacer frente al gran número de personas que intentan llegar a Europa cada día.

Las ONG, como organizaciones humanitarias, tratan de cubrir el fracaso europeo, intentando salvar a todas las personas posibles. El número de personas que salen de las costas de Libia no disminuiría si las ONG detuvieran su trabajo, sin embargo el número de muertos aumentaría gravemente

Un portavoz de Migrant Offshore Aid Station ha declarado que solo emprenden una misión de rescate después de haberse coordinado con el Centro de Coordinación de Rescate Marítimo en Roma.

Otras, como Associazione Diritti e Frontiere, advierten del intento de algunas autoridades europeas de desacreditar a las ONG para que las misiones de la OTAN y Eunavfor MED mantengan el control operativo de todas las acciones en el Mediterráneo. El objetivo aquí, lejos de ser humanitario, es militarizar el propio mar.

Insinuar que las ONG tienen contactos con los traficantes es ofensivo y, simplemente, falso, ya que sus acciones se pueden rastrear y verificar fácilmente.

¿Cuál es su delito?

La transparencia es realmente importante para las ONG, y su financiación y trabajo están claramente indicados en sus canales oficiales. Atacarlas a través de los medios de comunicación sin haberlas sometido previamente a una investigación seria (que solo ahora acaba de comenzar), es una forma de perjudicar y desacreditarlas intencionadamente, pues dependen de donaciones privadas que, como se puede imaginar, se desploman bajo el peso de tales acusaciones.

En una conferencia de prensa reciente, Luigi Manconi, senador y presidente del Comité de Derechos Humanos, analizó el clima general de intolerancia y criminalización de la solidaridad que se está viviendo en estos momentos, y cómo incluso las ideas de ayuda y solidaridad se están poniendo en cuestión, ¿pero cuál el delito de estas ONG? ¿Dónde está la culpa?

Desde el punto de vista penal, no existe ninguna sanción contra el trabajo de las ONG. Desde una perspectiva humana, este tipo de acusaciones son simplemente inconcebibles