Según la ley húngara contra las ONG que reciben apoyo del exterior, todas las organizaciones de la sociedad civil que reciban más de 7.2 millones de forints (23.000 euros) en donaciones extranjeras tienen que registrarse como organizaciones de la sociedad civil financiadas desde arriba y hacer que esta información aparezca en sus sitios web y publicaciones
Además, en el caso de donaciones extranjeras superiores a 500.000 forints (aproximadamente 1.635 euros), las organizaciones en cuestión deben pasar al Estado los datos personales de los donantes, que se harán públicos.
Durante la anterior 'Campaña por la Civilización' contra la ley, varias ONG protestaron contra la estigmatización que generaba esta ley. Se realizaron manifestaciones, así como una protesta de representantes de ONG en una reunión del Comité de Justicia del Parlamento. Afirmaban que la ley viola el derecho de las ONG a una buena reputación y a la vida privada, consagrados en la Ley Fundamental, y también viola la libertad de expresión y de asociación.
Acción conjunta
La denuncia constitucional enviada al Tribunal Constitucional fue presentada de manera conjunta por 23 ONG, en una demostración de que no solo las ONG que el gobierno ha marcado como enemigas, sino también otras organizaciones que gozan de una relación más amistosa con el régimen Orban, consideran que la ley sobre la transparencia de las donaciones extranjeras es muy preocupante a nivel jurídico y perjudicial a nivel social. Por ello, han unido fuerzas contra la ley que las estigmatiza e inhibe su trabajo.
La denuncia fue redactada por Hungarian Civil Liberties Union y el Comité Helsinki de Hungría