La Organización para la Seguridad y la
Cooperación en Europa (OSCE) publicó
el 8 de junio su informe sobre las elecciones generales neerlandesas
del 15 de marzo de 2017. En él señaló
que la normativa
sobre la asistencia en la cabina de
votación siguen siendo vaga y
critica también
el diseño de la papeleta de votación.
Antes de las
elecciones, la OSCE habló con
distintas personas
y organizaciones, entre ellos
el Instituto Neerlandés
de Derechos Humanos y visitó
múltiples centros electorales el
día de las elecciones.
Ayuda en la cabina de votación
Durante la jornada electoral, la OSCE observó que varios asistentes electorales pensaban que solo ellos podían prestar asistencia en las cabinas de votación, pero esto no es cierto: la ley dice que las personas con discapacidad física pueden elegir libremente quién quieren que les ayude. El Instituto Neerlandés de Derechos Humanos recibió múltiples quejas sobre este tema a través de su línea directa "Elecciones accesibles".
Los asistentes electorales no sabían si la asistencia estaba permitida o no, ni tampoco quién podía proporcionarla en caso de que si estuviera permitida. El Instituto destaca las recomendaciones de la OSCE para que quede claro a la hora de formar a asistentes electorales sobre este tema.
En Países Bajos solo está permitida la asistencia en la cabina de votación a las personas con una discapacidad física. La OSCE señala que esto no está en conformidad con la Convención de Naciones Unidas sobre los Derechos de las Personas con Discapacidad.
Las personas con discapacidades psicológicas o mentales también deberían tener la posibilidad de obtener ayuda, dice la OSCE, y el Instituto lo suscribe..
Es preciso modificar la papeleta
La OSCE también criticó la papeleta, pues su gran tamaño no solo dificulta trabajar con ella sino que además permite que el resto de las personas en la fila puedan ver los votos de otros.
Pero a pesar de su tamaño, la letra es muy pequeña, cosa que es un problema para las personas con discapacidad visual. Además, contiene una gran cantidad de texto sin imágenes ni logotipos, dificultando su comprensión.
El Instituto recibió quejas sobre estas cuestiones en su línea directa y tanto ellos como la OSCE creen que la votación debe ser más fácil para el ciudadano.
Participación plena
Además de la línea directa, el Instituto encuestó a personas con discapacidad física, visual, mental o psicológica sobre los obstáculos que se encontraron para poder llegar a ejercer su voto. Los resultados del estudio se publicarán antes del verano.
El Instituto es una organización que trabaja para garantizar que se cumpla en Países Bajos la Convención de Naciones Unidas sobre los Derechos de las Personas con Discapacidad. Esta hace hincapié en que las personas con discapacidad deben poder participar plenamente en la sociedad, incluidas las elecciones: deben poder ejercer su voto sin ningún problema.