El gobierno neerlandés se opone al plan europeo de almacenamiento de datos de pasajeros aplicada a 500 millones de europeos. Considera que la propuesta es una violación demasiado grande de la privacidad y amenaza con acudir al Tribunal de Justicia de la UE si las consultas en Bruselas resultan insuficientes. Los datos de los pasajeros sobre sus vuelos de vacaciones o especificaciones dietéticas no deben entregarse obligatoriamente. En opinión de los partidos del gobierno, por razones de seguridad es suficiente con la supervisión de los trayectos de viaje, por ejemplo, a Siria.