Iglesias y otras sociedades confesionales holandesas suelen recibir datos de vivienda, sobe todo nuevas direcciones, de ciudadanos registrados en un grupo religioso, generalmente a través de la Stichting Interkerkelijke Ledenadministratie (Administración Interconfesional de Miembros de la Fundación). El Parlamento holandés ha adoptado por amplia mayoría una resolución que pone fin a esta práctica, considerando que la transmisión de esa clase de datos no debe ser tarea del Gobierno. Según el ministro del Interior Ronald Plasterk, el Gobierno dejará de hacerlo a más tardar el 1 de marzo de 2018.