Los agentes de policía que emplearon la violencia contra un manifestante durante el festival de San Nicolás, en Rotterdam, el 12 de noviembre, no serán llevados a los tribunales. Durante la celebración, miembros del grupo Kick out Black Pete organizaron una manifestación, a pesar de que el alcalde de Rotterdam, Ahmed Aboutaleb, había anunciado una prohibición temporal de las manifestaciones. Los manifestantes ignoraron la prohibición y fueron violentamente detenidos. La Oficina del Fiscal cree que la policía manejó la situación de un modo adecuado y que el uso de al violencia fue legítimo.