La decisión del parlamento lituano restringirá significativamente la libertad de expresión y de prensa en el país.
Eliminación de las garantías de prensa
Actualmente, el Código Civil permite más margen a la hora de publicar información sobre figuras públicas y su trabajo de lo que permite cuando se trata de individuos particulares.
Si resulta que la información publicada es falsa, pero la persona que la publicó puede demostrar que estaba actuando de buena fe y que ignoraba que fuese falsa, no estará sujeta a tener que pagar una compensación económicamente.
Estas garantías son principalmente para periodistas, lo que les permiten realizar su trabajo libremente e informar al público sobre cuestiones relacionadas con figuras públicas.
Defensa de la dignidad de los políticos
El 8 de diciembre, el órgano legislativo consideró conveniente modificar las normas. La enmienda elimina las garantías mencionadas anteriormente cuando la publicación de información falsa perjudica el honor y la dignidad de una persona.
Supuestamente, la enmienda se adoptó por la necesidad de establecer recursos civiles contra los insultos cuando estos fueron despenalizados.
Sin embargo, al adoptar esta enmienda, los diputados han eliminado efectivamente la protección adicional otorgada a los periodistas, pues, en definitiva, difundir información falsa puede dañar la reputación de una figura pública y, por lo tanto, "dañar su honor y dignidad" en todos y cada uno de los casos.
Disuasión de los periodistas
"Estos cambios suponen una amenaza seria para el trabajo de los medios de comunicación, ya que sientan las bases para imputar a los periodistas, bajo el derecho civil, por criticar las actuaciones de figuras públicas, alegando que [la crítica] no remite a los hechos y degrada el honor y la dignidad de la persona en cuestión", señaló Karolis Liutkevičius, del Human Rights Monitoring Institute (HRMI).
Según este experto jurídico, esta normativa puede disuadir a los medios de comunicación de desempeñar su función, es decir, informar al público sobre cuestiones pertinentes. La libertad de prensa también abarca el derecho a la hipérbole o incluso la provocación, el debate y las críticas duras, todo para garantizar que la prensa pueda funcionar como guardiana del interés público.
El margen para la crítica normalmente es amplio
"La crítica y las valoraciones no pueden equipararse a insultos, además, el derecho a criticar el trabajo de autoridades y funcionarios públicos está protegido por la Constitución de nuestro país y por el Convenio Europeo de Derechos Humanos", afirmó Liutkevičius.
Según él, el Tribunal Europeo de Derechos Humanos ha aclarado en repetidas ocasiones que el margen para las críticas que se consideran aceptables de políticos que ejercen un cargo público es mucho más amplio que cuando se trata de ciudadanos de a pie.
Los políticos, inevitable y conscientemente, se exponen a la supervisión de sus palabras y acciones, ya sea por la prensa o por el público en general, y deben ser más tolerantes hacia la crítica.
Ya existen recursos
Lo único que falta para que la enmienda entre en vigor es la firma de la presidenta. Por ello, los periodistas han hecho ya unos cuantos llamamientos públicos a la presidenta Dalia Grybauskaitė, instándola a ejercer su veto.
El Human Rights Monitoring Institute también le ha enviado su opinión sobre la enmienda. Según el HRMI, ya existen recursos -tanto para figuras públicas como para particulares- para defender el honor y la dignidad de uno frente a la publicación maliciosa de información falsa.
Por eso, en lugar de proteger mejor la dignidad humana, las enmiendas al Código Civil limitarán aún más la libertad de expresión y de prensa en Lituania.
Actualización: El 19 de diciembre, la presidenta lituana vetó la ley, y el Parlamento retiró consecuentemente las enmiendas.