En Italia se sigue viviendo la persecución contra los gitanos. El mes pasado, miembros de las organizaciones de extrema derecha Casa Pound y el Blocco Studentesco detuvieron a unos 90 niños gitanos de camino a la escuela (además de 100 adultos que iban a trabajar). Los partidarios de los grupos de extrema derecha se colocaron en la entrada de la escuela, impidiendo el ingreso a los niños. Esta noticia ya ha sido eclipsada por otra historia de persecución e intimidación a los gitanos de Italia.
Ahora parece que los asentamientos gitanos se encuentran en el seno del actual escándalo de corrupción que acecha a Roma (la cual últimamente recibe el apodo de la "Capital de la Mafia"), mientras los investigadores intentan determinar cómo la mafia fue capaz de infiltrarse en la política de la capital italiana. Entre aquellos supuestamente implicado se incluye a su ex alcalde, Gianni Alemanno.
Los polémicos campamentos de gitanos y los centros de recepción temporales fueron explotados por los delincuentes: en una de las grabaciones de los fiscales, el jefe de una cooperativa social que gestionaba los servicios en los centros de recepción y los campamentos de gitanos afirmó que es un negocio de 40 millones de euros anuales, y añadió que "ni el tráfico de drogas no es tan rentable."
Una historia plena de persecución
Además de serles negada la oportunidad de vivir una vida normal, los gitanos y sus casas se han convertido en un negocio para la mafia y los funcionarios corruptos, los cuales a la vez culpan a los gitanos por los problemas económicos y la inseguridad en los barrios.
Los gitanos han sido un cómodo chivo expiatorio durante mucho tiempo: durante la II Guerra Mundial, la Alemania nazi y sus aliados señalaron a los gitanos como "enemigos del Estado racial" y los persiguió junto con los judíos; entre 300.000 y 500.000 gitanos fueron asesinados durante la guerra.
A veces conocido como el "Holocausto Olvidado", el genocidio de los gitanos fue excluido de la historia de la II Guerra Mundial durante décadas tras el final de la guerra y solo fue reconocido oficialmente por Alemania en 1982.
El 27 de enero, Día Internacional del Holocausto, organizaciones de la sociedad civil italiana CILD y Associazione 21 luglio recordarán el Porrajmos, o “Holocausto Gitano”, con una conferencia que se celebrará en el Senado italiano.