El Public Interest Litigation Project (PILP) [Proyecto de Litigios de Interés Público] del Comité neerlandés de Juristas por los Derechos Humanos (NJCM) envió el 24 de junio observadores legales por primera vez a una protesta en el puerto de Ámsterdam. Eran abogados y juristas de la red PILP que trabajan voluntariamente como observadores.
El derecho a la protesta
Los observadores estaban allí para vigilar que se respetaba el derecho de las personas a la protesta, como recoge la ley sobre las manifestaciones públicas, y para responder a las preguntas de los asistentes sobre los derechos y deberes de los manifestantes.
El equipo del PILP era fácilmente reconocible por sus chalecos blancos reflectantes con el logo de PILP y las palabras "observadores legales".
Los observadores legales no participaron explícitamente en las protestas u otros eventos a los que asistieron. Además de su ropa fácilmente reconocible, informaron a las autoridades de antemano y durante las protestas de su presencia y papel.
El equipo del PILP llevó folletos que explicaban brevemente breve la legislación aplicable. Aquellos que quieran saber más, pueden echar un vistazo en el sitio web de PILP donde hay un manual muy complero colgado sobre el derecho a la protesta y el derecho a la libertad de expresión.
¿Por qué?
Esta ha sido la primera de una serie de protestas qe tendrán lugar en los próximos meses en las que PILP enviará observadores legales. El objetivo es analizar qué es lo que hace que a veces las protestas salgan mal. La ley sobre manifestaciones públicas, que desarrolla el derecho a la protesta, será revisada en un futuro próximo.
Mediante el uso de observadores legales y el análisis de los casos legales que puedan derivarse de algunas protestas, PILP investigará cómo se puede mejorar la ley.
Los alcaldes y la policía deben facilitar el derecho a la protesta, a la vez que garantizar el orden y la seguridad tanto de los manifestantes como de las personas que se encuentren en la calle. Los manifestantes deben, a su vez, saber, que la libertad de expresión, aunque es bastante extensa, no es en absoluto ilimitada en Países Bajos.
Equilibrar los límites de poder de los alcaldes y la policía con los derechos de los manifestantes a veces puede ser difícil, como han podido comprobar los observadores legales del PILP en varias ocasiones este año pasado.
Aquí puedes leer sobre el caso que llevó PILP de las protestas sobre la llegada de San Nicolás en Sittard-Geleen.
El derecho a la protesta es fundamental para poder participar plenamente en el proceso democrático. Es loq ue permite que las personas puedan expresar su opinión, que se sensibilice sobre abusos y violación de derechos y que se pueda participar en el debate público. La protección de este derecho humano y fundamental y de las libertades que conlleva es, por lo tanto, un objetivo importante para el PILP.