"Parece que por fin, en el siglo XXI, ciento cincuenta años después de Sigmund Freud, es posible afirmar, con toda seriedad, que la psicoterapia no es un tratamiento, o recordar que en Noruega, donde trabajo, los servicios de salud mental son proporcionados sólo por psiquiatras. Robertas Povilaitis ha presentado las estadísticas precisas: Noruega tiene 20 veces más psicólogos que Lituania. Esto se conjuga perfectamente con el dato de que Lituania dedica 20 veces más fondos a productos farmacéuticos que a psicoterapia, y así, sólo reciben ayuda psicológica el 5 por 100 de las personas que la necesitan", señaló Dovilė Šakalienė, directora del Instituto de Seguimiento de los Derechos Humanos.
Una primicia en Lituania
Por primera vez en la historia, Lituania fue la sede de una conferencia internacional para reforzar la salud mental. "La política de salud mental en Europa y en Lituania 10 años después de la Conferencia de Helsinki: de la imagen de los cambios a los resultados" fue convocada por ONG y organizada conjuntamente con el Ministerio de Sanidad, el comité parlamentario de Asuntos Sanitarios y el Departamento de Filosofía de la Universidad de Vilna. Durante la conferencia, los participantes no sólo analizaron el desarrollo y los problemas de la política de salud mental de Lituania, sino que también estudiaron el plan alternativo para reforzar la salud mental que fue propuesto por ONG y expertos independientes.
Las ONG, socias en igualdad
La ministra de Sanidad, Rimantė Šalaševičiūtė, pronunció el discurso inaugural de la conferencia, destacando que las ONG están consideradas como socios en condiciones de igualdad, por lo que estaba muy satisfecha de que el plan, preparado por las ONG, de estrategias alternativas de salud mental y medidas de prevención del suicidio, fuera a ser analizado en la conferencia. La ministra confirmó que apoya la mayoría de las medidas propuestas en el plan y alentó a que la discusión señalara las mejores soluciones.
Necesidad de inversión
Los expertos independientes y las ONG responsables de preparar el plan calculan que se necesitará aproximadamente 25 millones de euros durante un periodo de tres años para poner en marcha los primeros cambios.
Si se invierte en las medidas recomendadas por los expertos y se aumenta el alcance de los nuevos servicios cada año, será posible disminuir gradualmente la dependencia de la actual infraestructura de servicios, que está basada en grandes instituciones cerradas y medicación excesiva, y que se caracteriza por la utilización irracional de los recursos y las violaciones de los derechos humanos.
Invitación a la unidad
Los promotores del plan alternativo confían en que la discusión del plan haga posible la aportación conjunta de ciudadanos activos, organizaciones, políticos, usuarios de los servicios de salud mental y sus familiares, especialistas, profesores universitarios y medios de comunicación para poner en marcha una mejora muy necesaria.