El centro de migrantes Sant'Anna Cara en la localidad de Isola di Capo Rizzuto, en el sur de Italia, llevaba más de una década, controlado por la mafia, según la policía. El centro, uno más grandes de Italia, con capacidad para 1.500 personas, lo dirigía oficialmente una asociación de caridad católica, Misericordia, que ayudaba al clan Arena a esconder sus actividades, el clan se lucraba prestando servicios en el centro y desviando fondos estatales. El lunes, la policía detuvo a 68 personas, entre ellas un sacerdote local y el jefe de la asociación católica Misericordia.