Un tribunal polaco ha denegado la solicitud de la Guardia de Fronteras polaca de prolongar la estancia en un centro vigilado de una extranjera que fue víctima de violencia en su país de origen. Durante su estancia en el centro, a la mujer se le diagnosticó trastorno de adaptación y depresivo. A finales de junio intentó suicidarse y fue internada en un hospital psiquiátrico. Los médicos le diagnosticaron trastorno de estrés postraumático (TEPT). A pesar de eso, la Guardia de Fronteras pidió al tribunal que se extendiera su permanencia en el centro vigilado.