Tres grandes protagonistas de la sociedad civil húngara se han reunido con el secretario de Estado de Estados Unidos, Mike Pompeo: Márta Pardavi, copresidenta del Hungarian Helsinki Committee; Stefánia Kapronczay, directora gerente de la Hungarian Civil Liberties Union; y Sándor Lédererer, director de K-Monitor. Todos ellos llamaron su atención sobre la situación de la sociedad civil en Hungría, y expresaron su inquietud por la erosión del Estado de derecho en ese país.
Inquietud por la erosión del Estado de derecho
Los representantes húngaros subrayaron la importancia de salvaguardar la separación de poderes, y en particular, la independencia del poder judicial. Destacaron también cómo las normativas aprobadas por el Gobierno socavan el Estado de derecho. Márta Pardavi señaló en concreto que las leyes aprobadas en los últimos años han debilitado la democracia húngara. También habló sobre las campañas de difamación puestas en marcha por el gobierno contra las organizaciones de la sociedad civil y lamentó que cada vez queden menos espacios para la disensión. Recalcó que, en Hungría, quienes defienden el Estado de derecho y los derechos humanos terminan siendo estigmatizados e intimidados.
La concentración de los medios de comunicación, a debate
También se discutió la importancia de contar con medios de comunicación independientes y diversos. Kapronczay habló sobre las restricciones a la libertad de prensa, consecuencia de una continuada tendencia a la concentración. Esta queda ejemplificada en el nuevo conglomerado húngaro de medios, la Fundación Centroeuropea de Prensa y Medios de Comunicación (KESMA, por sus siglas en húngaro), que agrupa a casi todos los medios que apoyan al gobierno y mina gravemente la prensa independiente. "Esta nueva situación tiene dos consecuencias principales", destacó Kapronczay. "Por un lado, estos medios propagandísticos hacen campañas de difamación contra quienes disienten del gobierno. Por otro lado, el nuevo conglomerado es una herramienta muy efectiva para la desinformación".
También se habló de corrupción
Por último, el debate trató la corrupción en Hungría. Aunque esta se ha reducido sensiblemente en el día a día, la corrupción en política permea la economía y es una de las mayores preocupaciones para los ciudadanos húngaros. Esta circunstancia erosiona los valores democráticos y, además, puede suponer una amenaza para la seguridad nacional.
El hecho de que los Estados Unidos estén dispuestos a reunirse con representantes de estas organizaciones demuestra que los líderes de la potencia norteamericana se comprometen con la protección del Estado de derecho y el papel de las organizaciones de la sociedad civil en otros países.
El secretario Pompeo cenará con el primer ministro húngaro, Viktor Orban, el lunes por la noche.