En Italia, el aborto es legal durante los primeros 3 meses de embarazo. Por lo menos, por ley. Pero la práctica es diferente. Los médicos de hospitales públicos tienen derecho a negarse a practicar abortos por motivos morales ("objeción de conciencia"). De media, el 70 % de los médicos italianos son objetores (90 % en algunas zonas rurales), por lo cual los abortos seguros y legales son casi una quimera para las mujeres italianas. Es un tema que suscita preocupación en el Comité de Derechos Humanos de la ONU, que colocó el acceso al aborto dentro de su lista de prioridades para Italia.