El gobierno checo lleva mucho tiempo tratando de que el país se convierta en una puerta para la economía china en la Unión Europea.
La reciente visita a Praga del presidente chino ha demostrado la importancia que tiene la amistad económica entre los dos países para el gobierno checo.
El acto de bienvenida que tuvo lugar a finales de marzo fue excepcionalmente grande para la República Checa, una marea de banderas rojas llenó las calles. Sin embargo, también supuso ataques físicos hacia las personas que se manifestaron en contra, y que, al contrario que los grupos pro China, recibieron al presidente con banderas del Tibet para señalar la preocupante situación de los derechos humanos en el país.
Retirada de la bandera del Tibet
Las personas que llevaban banderas del Tibet fueron sometidas a registros policiales injustificados y se les amenazo de que si no guardaban la bandera, su actitud sería considerada resistencia y un delito penal. De acuerdo a los abogados, la actuación de la policiía no se puede justificar legalmente.Más de veinte personas han presentado ya sus denuncias contra la policía y hay muchas ptras que están preparándola también.
Estudiantes de la Academia de Artes Escénicas de Praga (FAMU) colgaron dos banderas de Tibet en un edificio de la escuela el día que el presidente chino se encontraba en el Palacio de Žofín, cerca de su edificio.
Poco tiempo después, dos policías secretas fueron a preguntar al decano de la facultad si se trataba de una decoración aprobada por la escuela, y le advirtieron "los chinos no aprecian mucho esas banderas".
La escuela no ha retirado la bandera, pero la visita policial ha sido intensamente discutida entre los estudiantes y el claustro de la universidad, y la FAMU ha llegado a la conclusión de que la policía cometió "una violación de la libertad de expresión sin precedentes".
FAMU ahora ha solicitado que "la Jefatura de Policía y el Ministerio de Interior relalicen una investigación adecuada sobre el procedimiento de la policía", así como una explicación pública del suceso.
Silenciar a los críticos
La policía también cerró la Plaza de Hradčany con excusas falsas, pues había una manifestación de apoyo al Tibet y contra el presidente chino convocada en a misma.
En el parque donde se habían dado cita los amigos de Tibet, aparecieron decenas de policías. Evidentemente, el objetivo era que no les viera el presidente chino ni su delegación, así como cualquier otra cosa que pudiera parecer una seña de protesta contra la ideología totalitaria china. Los manifestantes quisieron mostrar su desacuerdo hacia las violaciones generalizadas de los derechos humanos y su rechazo a la ocupación de Tibet y la represión de los uigures.