Las normas de asilo de la Unión Europea, que establecen que las solicitudes deben gestionarse en el país donde se pide por primera vez asilo, están dividiendo a Europa, dijo el lunes el primer ministro búlgaro Boyko Borissov, que ostenta la presidencia rotativa de la UE. Los gobiernos euroescépticos y nacionalistas en Polonia y Hungría se han negado a acoger a un solo refugiado en virtud del plan de reubicación que trata de aliviar la presión de las principales entradas por mar en Grecia e Italia. "El Reglamento de Dublín no funciona como queremos", añadió Borissov.