Observatorio de la UE

Países Bajos nombra a su primera profesora de educación en derechos humanos

El 1 de enero, se produjo el nombramiento de la primera profesora especializada en educación en derechos humanos que enseñará en una universidad neerlandesa.

by PILP
The University of Utrecht welcomes the first professor human rights education in the Netherlands. (Image: Avital Pinnick)

Países Bajos nombra a su primera profesora especializada en educación en derechos humanos, en la Universidad de Utrecht. Resulta necesario porque las investigaciones demuestran que los jóvenes neerlandeses saben menos de derechos humanos que otros en Europa.

La primera profesora de educación en derechos humanos en Países Bajos será Felisa Tibbitts, fundadora de Human Rights Education Associates y una experta en este campo con reconocimiento internacional. En la actualidad, Tibbitts es profesora adjunta de la Facultad de Magisterio de la Columbia University. Se trasladará al Instituto de Derechos Humanos de Países Bajos (SIM), en Utrecht, pero trabajará también en estrecha colaboración con el University College Roosevelt (UCR).

Una oportunidad única

La profesora Tibbitts ve su nombramiento como una oportunidad única para promover la educación en derechos humanos en Países Bajos:

"Resulta fascinante que la Universidad de Utrech, el University College Roosevelt y las Soroptimisten hagan posible esta cátedra de educación en derechos humanos. Estoy deseando fortalecer la comunidad de docentes y activistas en torno a la educación en derechos humanos en Países Bajos. La educación es esencial para el desarrollo de un conocimiento, una actitud y un comportamiento que protejan la dignidad humana. Junto con mis compañeros neerlandeses, estoy encantado de ampliar el concepto y la introducción real de la educación en derechos humanos en Países Bajos y más allá".

El impulso y la financiación para la creación de la cátedra Carla Atzema-Looman de educación en derechos humanos, con una atención particular a los derechos de las mujeres, vino de la mano de la Unión de clubs soroptimistas de Países Bajos, Surinam y Curasao, con más de 3.200 miembros. Esta unión forma parte de la Internacional Soroptimista, un movimiento global de voluntariado que trabaja para transformar las vidas de las mujeres y de las niñas y para promover los derechos humanos.


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