El ministro del Interior belga, Jan Jambon, tiene la intención de estudiar la prohibición de tomar fotos de los agentes de policía para proteger su seguridad. Esa prohibición no mejorará su seguridad, pero sí viola varios principios democráticos fundamentales. Algunos policías se comportan de una manera tan intimidante que hasta los periodistas creen que está prohibido grabar imágenes, lo cual no es cierto. La prohibición de tomar fotografías de policías significa un retorno a la censura y un golpe a la libertad de expresión, una libertad por la que murieron los dibujantes de Charlie Hebdo.