Tras analizar las enmiendas propuestas, tenemos una idea más precisa de cómo algunos grupos de europarlamentarios querrían modificar el tristemente famoso Artículo 13, cuya versión anterior obligaba a las empresas de Internet a instalar filtros de contenidos.
De las enmiendas que hemos visto, la propuesta por el ponente de
la Comisión JURI, Axel Voss, es, con diferencia, la que más amenaza nuestros derechos. El 31 de agosto, publicó el siguiente tuit:
La nueva propuesta para la #directivacopyright no prevé ninguna medida de „filtro de contenidos“.... Por eso espero que todos los que estaban en contra de la propuesta anterior apoyen esta nueva.
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¿Pero es esto realmente cierto?
La versión que ha presentado el eurodiputado Voss está sujeta a las mismas presunciones que la anterior, es decir, que tanto los usuarios como las empresas de Internet quieren infringir deliberadamente los derechos de autor y lucrarse con la creatividad de los demás. La respuesta de Voss esta vez es reformar el régimen de responsabilidad de las plataformas de internet. Su versión establece expresamente que los proveedores de servicios de intercambio de contenido, como Facebook, YouTube, GitHub o Wikipedia, son totalmente responsables del contenido que suben los usuarios.
Esta nueva propuesta para el Artículo 13 es, básicamente, la misma que la original, aunque la redacción difiera ligeramente. Igual que en su versión anterior, no deja a las empresas de internet otra opción que no sea la de instalar filtros de contenidos. La diferencia esta vez es que lo harán "voluntariamente".
De acuerdo con la última propuesta de Voss, las empresas de Internet serán responsables del contenido que suban sus usuarios. Para evitar cualquier multa, tendrán que eliminar cualquier contenido que pueda infringir los derechos de autor, pues la única otra opción posible sería analizar individualmente todo el contenido que se sube a sus plataformas y contratar para ello a miles de abogados especializados en derechos de autor. Evidentemente, se decantarán por instalar mecanismos de filtrado automático, pues resulta mucho más económico que contratar a un gran número de expertos jurídicos. Estos mecanismos hacen barridos masivos sin mucha precisión y pecando de exceso de prudencia para así minimizar el riesgo de multas a la empresa. Bloquearán cualquier cosa que pueda violar los derechos de autor y así eliminar cualquier posibilidad de que la empresa reciba una multa por publicar material protegido.
A primera vista, solo dos partes de la propuesta de Voss merecen elogio. Una es el final del párrafo 2b del Artículo 13 en la que dice que la cooperación entre las empresas y los titulares de derechos no debe conducir a la identificación de los usuarios individuales ni al tratamiento de sus datos personales. A pesar de que la intención es muy buena, queda pendiente ver cómo pueden llevarlo a cabo los proveedores de servicios de Internet, pues tanto los nombres de usuario como las direcciones IP son datos personales. Además, seguirían existiendo situaciones en las que tendrían que identificar a sus usuarios, especialmente si se establece un mecanismo de reparación que garantice que se corrija la eliminación injustificada de contenido.
La otra parte que merece cierto reconocimiento es la obligación de los Estados miembros de la UE de dar acceso a los usuarios a un órgano o tribunal independiente para la resolución de conflictos. Sin embargo, la propuesta solo obligaría a los gobiernos a poner a disposición el mecanismo de recursos donde poder alegar que un contenido debe permitirse pues se encuentra dentro de una excepción o límite de las normas de derechos de autor. Estos organismos no deben ocuparse de otras cuestiones legales, como decidir si el bloqueo de un contenido equivale a una limitación desproporcionada de la libertad de expresión.
En general, la modificación del régimen de responsabilidad crea una red de internet en la que la única solución es un filtrado mayor. Hemos pedido a los eurodiputados que eviten la imposición de los filtros de contenido y creen las garantías necesarias para proteger los derechos humanos. La versión del eurodiputado Voss presenta una clara amenaza para nuestra libertad de expresión y privacidad en línea.
Liberties lleva tiempo luchando por la inclusión de garantías en el ley que protejan adecuadamente los derechos fundamentales.
- Hemos pedido a los eurodiputados que cambien sus presunciones sobre los usuarios e internet. La mayoría de los usuarios no quieren violar los derechos de autor. Comparten videos, fotos y memes como forma de entretenimiento. El nuevo reglamento debe redactarse teniendo esto en cuenta, en lugar de suponer que los usuarios quieren robar la propiedad intelectual.
- Internet no debe considerarse una esfera pública infinita. Los videos caseros, a pesar de que en teoría podrían llegar a miles de millones de personas se suben para que los vean familiares o grupos de amigos reducidos. Es decir, la responsabilidad del contenido debe estar condicionada a su alcance.
- La otra garantía importante para proteger la libertad de expresión y garantizar la posibilidad de participación en debates públicos es establecer excepciones a la infracción de los derechos de autor. La parodia y los memes son ejemplos de libertad de expresión legítima que pueden utilizar material protegido por derechos de autor. La UE puede elaborar una lista no exhaustiva de excepciones obligatorias en los Estados miembros.
- Hemos pedido a los eurodiputados que añadan también garantías para evitar que se retire indiscriminadamente el contenido de los usuarios. Si los titulares de derechos y las plataformas estuvieran sujetas a sanciones si eliminan contenidos legítimos generados por los usuarios, cambiarán su actitud y de esta forma el contenido de los usuarios y la libertad de expresión se protegería más eficazmente. Esta responsabilidad debe estar en consonancia con la Directiva sobre el régimen de responsabilidad del comercio electrónico (2000/31/CE).
- También son precisas garantías de transparencia. Las plataformas deciden qué contenido bloquean o retiran sin ningún tipo de transparencia y sin tener que rendir ningún tipo de cuentas. La UE debería establecer mecanismos jurídicos gratuitos para resolver litigios entre usuarios, titulares de derechos de autor y plataformas de internet.