Máté Kocsis, el alcalde del Distrito 8 de Budapest, causó indignación pública al proponer la introducción de una prueba drogas obligatoria para todos los periodistas, políticos y estudiantes entre las edades de 8 y 18 años. "A menudo quedo asombrado cuando leo como numerosos 'expertos' hablan sobre políticas de drogas, cuando muchos de nosotros que preferiríamos escuchar sobre políticas de contra las drogas", escribió el viernes en su Facebook. Inicialmente el partido gobernante, Fidesz, recibió favorablemente la propuesta de hacerle pruebas a los adolescentes y anunció que lo implementaría. Unos días más tarde, sin embargo, bajo la presión de los medios y profesionales, han cambiado su posición, y ahora sólo mencionan pruebas de drogas voluntarias para esos niños y los padres que lo soliciten.
Hay varios problemas con las pruebas de drogas obligatorias en las escuelas – miembros de la sección de Drugreporter de HCLU han dado una serie de entrevistas a los medios en línea, impresos y audiovisuales, para llevar a la atención pública estos problemas.
Privacidad
En primer lugar, es inconstitucional que en Hungría se le haga pruebas de drogas a niños en edad escolar sin el consentimiento de sus padres. El partido Fidesz está en una posición que le permitiría cambiar la Constitución - tienen dos tercios de los escaños parlamentarios y han utilizado este poder en el pasado para aprobar una enmienda constitucional que permite que el Gobierno criminalice a personas sin hogar. Sin embargo, es poco probable que modifique la Constitución en cuanto a las pruebas de drogas.
Rentabilidad
En segundo lugar, las pruebas de drogas en las escuelas no es rentable en comparación con otras medidas en aras de prevención de consumo de drogas. Mientras el Gobierno húngaro gastó aproximadamente 200.000 euros en programas de prevención de drogas en el 2013, una programa que busca hacer pruebas de drogas en escuelas a gran escala costaría millones de euros, posiblemente sin resultados, o bien, con resultados negativos. Según estudios científicos sobre el impacto de las pruebas de drogas escolares, estos programas no son eficaces en la reducción del consumo de drogas o problemas relacionados con el consumo de las drogas entre los jóvenes. En los últimos años, cada vez ha habido menos asistentes profesionales (psicólogos escolares, trabajadores sociales escolares, etc.) en las escuelas de Hungría debido a los recortes financieros, y en muchas escuelas únicamente la policía ejecuta programas de prevención, con eficacia dudosa. En un período de austeridad financiera, ¡los tomadores de decisiones deberían asignar recursos escasos a los programas que funcionan!
Consecuencias
Un adolescente da positivo – ¿y luego qué? ¿Vas a aplicar una sanción? ¿Excluirlos de actividades deportivas, por ejemplo? Si así se hace, terminamos excluyendo a estos jóvenes, dejándoles más vulnerables a todos los males sociales, incluyendo el uso de las mismas drogas. Lo que realmente protege a la gente joven es la inclusión social, no la exclusión. Algunos partidarios de las pruebas de drogas dicen que no quieren castigar a los chicos que den un resultado positivo, sino proporcionarles con atención profesional. Pero: ¿por qué demonios se necesitan pruebas de drogas, con el fin de proporcionar ayuda a los jóvenes vulnerables a el abuso de sustancias? Hay mejores formas de identificar a aquellos chicos que realmente necesitan ayuda, por ejemplo hablando con ellos y prestándoles atención.
Kocsis, el político que presentó la propuesta, es el mismo alcalde que impulsó el cierre del programa de agujas y jeringas más grande de Hungría a principios de este año. Su actuación fue criticada por el defensor del pueblo y esto lo dejó muy frustrado, alegando que el defensor del pueblo actuó "bajo" la influencia del lobby de drogas”. Sus esfuerzos recientes para introducir pruebas de drogas a las escuelas son un claro indicio de que sigue con la intensión de desarrollar su carrera política a través de la demagogia. Su verdadera intención es distraer la atención pública de los crecientes escándalos de corrupción que rodean a sus compañeros políticos de Fidesz, escandalizando personas y resultando en una caída del 12 por ciento en la popularidad del Gobierno en apenas unas semanas.
El Gobierno no ha denunciado formalmente la propuesta de Kocsis, en cambio ha decidido introducir pruebas de drogas escolares voluntarias, a petición de los padres, con resultados confidenciales. El ministerio de Justicia ha pedido la evaluación de la viabilidad jurídica de tales pruebas de drogas y que se prepare un proyecto de ley para ser discutido en el Parlamento. Dicen estar preocupados por la salud de los jóvenes; Sin embargo, el hecho de que el Gobierno no ha podido proporcionar fondos adecuados para programas de prevención, tratamiento y reducción de daños arroja dudas sobre la sinceridad de sus intenciones.
Peter Sarosi - redactor jefe de Drugreporter