¿Qué es el racismo?

En términos generales, las definiciones de racismo pueden dividirse en dos enfoques principales: biológico y formal. El enfoque biológico supone (incorrectamente) que la humanidad puede dividirse en diferentes "razas". Estas "razas" tendrían rasgos físicos, intelectuales y de carácter típicos de cada una. Como algunas razas serían superiores a otras, habría que evitar la "mezcla" con razas inferiores. La definición formal, en cambio, se caracteriza por la segregación y la exclusión entre la comunidad propia y conocida y todo lo que sea extranjero. Esto puede referirse al color de la piel, pero también a las diferencias culturales.

La Convención de las Naciones Unidas contra el Racismo define el racismo como "toda distinción, exclusión, restricción o preferencia basada en motivos de raza, color, linaje u origen nacional o étnico que tenga por objeto o por resultado anular o menoscabar el reconocimiento, goce o ejercicio, en condiciones de igualdad, de los derechos humanos y libertades fundamentales en las esferas política, económica, social, cultural o en cualquier otra esfera de la vida pública".

El racismo y la discriminación basados en el origen étnico de una persona son un obstáculo para la participación igualitaria de todas las personas en la sociedad. A las personas que no pertenecen al grupo dominante de la sociedad se les suele negar el acceso a las mismas oportunidades. El racismo puede conducir a la violencia psicológica y física. En casos extremos, puede incluso servir de justificación para el genocidio.

¿Por qué y cómo se creó, artificialmente, el racismo?

Se puede encontrar casos de racismo en la antigüedad clásica. La sociedad griega de la época distinguía entre los helenos, en la esfera de influencia griega, y los bárbaros, es decir, todos los demás. Aristóteles, por ejemplo, afirmaba que los bárbaros eran siervos de nacimiento, es decir, esclavos. El auge del cristianismo en los países europeos durante la Edad Media dio lugar a corrientes antimusulmanas y antisemitas.

La idea de que las personas pueden dividirse en diferentes "razas", que ha dado forma a nuestra comprensión del racismo actual, se remonta al colonialismo. Personas procedentes de Estados principalmente occidentales, en busca de nuevas materias primas, subyugaron otros territorios de todo el mundo ricos en recursos, privaron a la población local de sus derechos, la esclavizaron y la asesinaron.

Para justificar estas intervenciones, se alegaba que las poblaciones indígenas estaban especialmente subdesarrolladas y que había que enseñarles el progreso y la civilización (al menos según la entiende Occidente) por la fuerza si era necesario. Para que los habitantes de su país también se sintieran superiores a "estos salvajes", muchos Estados mantenían zoológicos humanos. En la capital belga, Bruselas, se recreó en 1958 un pueblo congoleño -con sus habitantes incluidos- en el transcurso de la Exposición Universal.

A menudo, el racismo también se utiliza para crear un chivo expiatorio en tiempos de crisis. La pandemia de Covid-19, por ejemplo, también ha alimentado el racismo antiasiático en todo el mundo. Desde que se produjo el primer brote del virus en China, se culpó de la pandemia, erróneamente, a todas las personas de aspecto asiático. Como consecuencia, aumentaron los ataques racistas contra ellos y muchos fueron acusados de estar infectados y transmitir el virus.

¿Cuáles son las muestras de racismo en la vida cotidiana?

El racismo puede manifestarse de muchas maneras en la vida cotidiana. Por ejemplo, puede expresarse en cumplidos supuestamente bienintencionados, como cuando se felicita a una persona de color (PoC, una autodenominación de las personas no blancas que sufren el racismo) por hablar muy bien el alemán, sin saber si esta persona quizá haya nacido en Alemania. O en el entorno laboral, cuando se incluye siempre a un compañero no blanco en las fotos cuando la empresa quiere presentarse como especialmente diversa. Este tipo de acciones también se denominan microagresiones, porque son racistas, pero se mantienen por debajo del umbral de las declaraciones racistas directas o la violencia.

Pero muchas personas también experimentan el racismo cuando se trata de encontrar un trabajo o un piso. Las personas con nombres que no suenan alemanes, por ejemplo, tienen un historial de dificultades para encontrar un lugar donde vivir.

¿Qué es el racismo sistémico?

Hay dos formas de racismo sistémico: racismo institucional y racismo estructural.

El racismo institucional se refiere a las formas de discriminación, exclusión y trato peyorativo que emanan de las instituciones de la sociedad, como la policía, las autoridades o las escuelas. No se refiere, por ejemplo, a que un profesor haga comentarios racistas, sino a la interpretación de reglas, reglamentos, normas, rutinas y prácticas arraigadas.

El racismo estructural, en cambio, no puede atribuirse a una sola institución. Por el contrario, se refiere a condiciones que están profundamente ancladas en las estructuras, los discursos o las imágenes de una determinada sociedad. También implica que algunos grupos de población no están adecuadamente representados en los puestos importantes de la política, la administración o la economía. En el parlamento alemán actual, por ejemplo, el 11,3% de los diputados son de origen inmigrante, mientras que la misma cifra para la población alemana es del 26%. Por tanto, están infrarrepresentados.

Esta falta de representación de personas no blancas en puestos importantes se da en muchos ámbitos y puede tener un gran impacto en nuestras vidas. El software de reconocimiento facial, por ejemplo, que se utiliza en Alemania, entre otras cosas, para detectar a los delincuentes en las multitudes, tiene más problemas para distinguir y reconocer a las personas negras o asiáticas que a las blancas. El índice de error es hasta cien veces superior al de los blancos. Esto puede llevar a que personas inocentes sean acusadas erróneamente de un delito. Los errores no se deben a que el software sea racista. Más bien, el software ha sido preparado principalmente con fotos de personas blancas, por lo que tiene menos dificultades para reconocerlas.

¿Qué es el racismo individual?

La expresión "racismo individual" se refiere al nivel interpersonal, es decir, se refiere más bien a cuando una persona o grupo ataca a otra persona o grupo por su supuesto origen o religión. Es diferente a la discriminación sistémica incrustada en las instituciones y las estructuras sociales.

El racismo en Alemania: ¿cuál es la situación actual?

El racismo sigue siendo un gran problema en Alemania. En un estudio realizado por el Ministerio Federal de Familia, Tercera Edad, Mujer y Juventud, más de una quinta parte de los encuestados afirmó haber experimentado el racismo. Un total de dos tercios de la población había tenido contacto con el racismo, ya sea directamente, porque se vieron afectados ellos mismos, o indirectamente, por ejemplo, porque observaron un acto racista.

Entre 2017 y 2020, más de 5.300 personas se pusieron en contacto con los asesores de la Agencia Federal contra la Discriminación porque habían sido discriminadas por motivos racistas o por su origen étnico. Las personas afectadas manifestaron, por ejemplo, que fueron controladas por la policía debido al color de su piel o a su aspecto ("perfilamiento racial").

Ahora bien, en Alemania, el racismo no sólo se expresa a través de los insultos y la discriminación. A menudo, los racistas hieren o matan a personas. El 19 de febrero de 2020, un racista mató a diez personas e hirió a otras seis en un ataque en Hanau. En los vídeos que publicó en Internet, hizo comentarios despectivos sobre los musulmanes y declaraciones antisemitas. Las acciones de la llamada "Resistencia Nacional Socialista" (NSU) fueron también ampliamente difundidas por los medios de comunicación. Este grupo terrorista asesinó por motivos racistas a diez personas, durante un periodo de más de 13 años. Ocho de las víctimas eran de origen turco y una de origen griego. El hecho de que la serie de asesinatos fuera conocida durante mucho tiempo como los "asesinatos de Döner" muestra claramente que el racismo en Alemania está lejos de ser una cuestión del pasado.

¿Qué podemos hacer contra el racismo? ¿Cómo se puede combatir?

El paso más importante para combatir el racismo es identificarlo en sus modalidades estructurales, cotidianas y violentas, y tomarlo en serio. Esto supone, en parte, admitir que todos tenemos prejuicios, en algún grado, relacionados con el origen étnico de las personas. Pero más importante que el hecho de tener estos prejuicios es la medida en que dictan nuestras acciones. Combatir el racismo implica también reconocer que no sólo son racistas las acciones violentas o los insultos directos. A menudo las personas blancas no son conscientes de que una expresión va a ser percibida como racista por la otra persona. Por lo tanto, cuando se nos aborda, no debemos reaccionar a la defensiva o con desdeño, sino reflexionar sobre nuestro propio comportamiento y aprender.

¿Qué podemos hacer contra el racismo en la escuela?

En la escuela, los niños no sólo aprenden matemáticas y química, sino también a ser justos y tolerantes. Por consiguiente, la lucha contra la discriminación debe considerarse un objetivo educativo en todas las escuelas.

La red "Schule ohne Rassismus - Schule mit Courage" (Escuela sin racismo - Escuela con coraje) es un buen ejemplo de cómo se puede llevar este objetivo a la práctica. Esta asociación de escuelas alemanas trabaja conscientemente contra el racismo y la discriminación. Los alumnos aprenden a conocer los diferentes tipos de discriminación y a ser más sensibles a ellos.

Este trabajo de prevención en la escuela también puede ayudar a romper las visiones del mundo que los niños captan en casa o en su entorno. Ofrecen un contrapeso a los prejuicios racistas que los padres inculcan a los niños.

¿Qué podemos hacer contra el racismo en el centro de trabajo?

También en el trabajo, muchas personas están expuestas al racismo, ya sea a manos de sus compañeros o de sus superiores. En este contexto, es importante mostrar a la víctima que no está sola. Por ejemplo, se puede rechazar las declaraciones racistas u ofrecer apoyo si se va a denunciar la mala conducta al jefe. Es necesario crear estructuras en la empresa que permitan una comunicación abierta, sin tener que temer que la denuncia pueda conllevar consecuencias negativas.

Al mismo tiempo, tiene que haber una concienciación sobre la discriminación y el racismo. Puede lograrse, por ejemplo, mediante la formación. Debe haber estrategias para garantizar que la igualdad de oportunidades se aplique, por ejemplo, en las promociones venideras.

¿Hay también racismo contra las personas blancas? ¿Qué debemos saber al respecto?

La cuestión de si también puede haber racismo contra las personas blancas no está exenta de polémica. Por supuesto, puede ocurrir que las personas blancas sean insultadas o tratadas de forma diferente por el color de su piel o su origen. Pero es discriminación, no racismo. El racismo surge del desequilibrio de poder entre dos grupos sociales diferentes, incluso cuando es perpetrado por un individuo contra otro.

El racismo sistémico o institucional contra las personas blancas no existe. No tienen que rellenar más solicitudes de empleo porque su foto parezca diferente o su nombre no suene alemán. Incluso en contextos médicos u otros ámbitos de investigación, las personas con piel de color blanco suelen ser consideradas como "la norma", por ejemplo, en los libros de texto que muestran fotos de cáncer de piel en pieles blancas. Sin embargo, en una piel más oscura puede tener un aspecto muy diferente y así provocar un retraso en la detección.

Sin embargo, esto no implica que las personas de raza blanca no puedan sufrir también una discriminación estructural. Las causas pueden ser, por ejemplo, el nivel de educación o si la persona vive en la pobreza. No obstante, una persona de color que viva exactamente en las mismas circunstancias, seguirá teniendo la desventaja adicional, racista, relacionada con su origen o color de piel.

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