Detenciones, abusos, intimidación se han converido en un paisaje común en dos lugares de Bruselas donde se reúnen migrantes.
Según la Liga de Derechos Humanos belga (LDH) y Defence for Children International (DCI), la forma en que los agentes de policía y otras autoridades competentes están ocupándose de la situación de los migrantes, incluidos niños, que se han quedado varios meses en el Parque Maximilien y en la estación de tren de Bruselas Norte, equivale a tratos inhumanos y degradantes.
Ambas ONG han presentado una denuncia ante el fiscal general de Bruselas.
Solo voluntarios
Desde principios de año, cientos de migrantes de Oriente Próximo y África han tratado de llegar a Reino Unido desde Bruselas. Mientras esperan, la mayoría se han quedado en el Parque Maximilien y en la estación de tren Bruselas Norte. Cuando llegaron los migrantes, las autoridades belgas no tomaron ninguna medida para abordar los problemas previsibles que tal situación podría causar a nivel humanitario, de seguridad y de salud.
Sin alojamiento, estas personas, incluidas las familias y los niños, solo reciben asistencia de voluntarios y asociaciones que les traen comida, ropa, sacos de dormir y suministros higiénicos.
Ataques policiales
Las continuas operaciones policiales están dificultando tanto sus condiciones de vida que se pueden considerar trato inhumano y degradante. En las operaciones regulares que la policía lleva a cabo en ambos lugares aproximadamente cada dos días (por la mañana temprano o tarde en la noche), les requisan sus tiendas, sacos de dormir, ropa y zapatos. Esto se hace con la excusa de que cuando algunos migrantes huyen de la policía, por temor a ser detenidos, "abandonan" sus pertenencias.
Estas prácticas no pueden ser toleradas y se pueden calificar de ataques. Los agentes detienen y esposan a muchas personas y se los llevan frecuentemente a base de violencia injustificada. Entre los detenidos, ha habido 11 menores no acompañados, detenidos durante una incursión policial la semana pasada. Las personas que están ayudando a los exiliados y son testigos de las redadas también son a veces víctimas de estas operaciones.
Actos de crueldad
En respuesta a esta situación, que está empañando la reputación de Bélgica, la LDH y la DCI han decidido presentar una denuncia ante el fiscal general de la ciudad de Bruselas, con la esperanza de que lleve a cabo una investigación en profundidad sobre la actuación de la policía.
Esta denuncia se centra principalmente en las incursiones policiales, que según las ONG, violan los artículos 417bis y 151 del Código Penal, entre otras cosas.
De acuerdo con las dos ONG, la actuación de algunos agentes de policía puede calificarse de actos de crueldad, dada la situación actual de estos hombres, mujeres y niños. La situación es tan crítica que incluso la ONG Médicos del Mundo ha pedido apoyo para obtener personal médico voluntario.