¿De dónde viene esta reforma?
A pesar de los tiempos difíciles que atraviesa Italia (y Europa), hay una buena noticia: la decisión del Parlamento italiano de reformar el código penitenciario. La revisión del mismo es el último paso de un camino de reformas que comenzó después de que el Tribunal Europeo de Derechos Humanos condenara a Italia por hacinamiento en las cárceles en el caso Torreggiani en 2013.
En julio de 2017, cuando el Parlamento italiano comenzó a formular una ley para reformar el sistema penitenciario, Antigone, miembro de Liberties, presentó 20 propuestas para actualizar el código penal. Estas incluían la introducción de límites más estrictos para el uso del aislamiento, un código de conducta para policías y guardias de prisión, la mejora de la calidad y el uso de medidas disciplinarias alternativas, más oportunidades educativas y laborales, y un código penitenciario exclusivo para menores.
Lo bueno
Aunque aún no se ha tomado una decisión final sobre el proyecto de reforma, su contenido fue publicado recientemente, y supone un paso adelante frente a la legislación actual: la dignidad de la persona y sus derechos se ponen en el centro, se hace referencia e incorporan las Reglas Penitenciarias Europeas; la vigilancia dinámica (que se ha utilizado de manera informal hasta ahora) finalmente se reconoce y se regula, se tienen en cuenta nuevas tecnologías de comunicación para que los presos se puedan comunicar con el afuera, y se mejora el acceso a medidas alternativas.
Lo malo
El lado negativo es que, mediante el comodín de la "simplifiación" se han socavado algunas garantías, y además, en algunas partes, se trasluce el eco de la vieja idea de institución "correccional".
Lo feo
A pesar de los aportes positivos, algunas áreas de la ley penal todavía no se tienen en cuenta. No hay ningún cambio respecto al derecho a la vida sexual, a la afectividad o a la libertad religiosa, ni tampoco ninguna medida que mejore la la situación específica de las personas extranjeras y de las mujeres.
Las observaciones de Antigone
Por todo esto, Antigone ha publicado un documento con sus observaciones respecto al decreto y lo ha enviado a los miembros de la Comisión de Justicia de la Cámara de Diputados. El documento hace referencia a las lagunas del proyecto, a las reformas que se han realizado pero que podrían haberse llevado más allá, y a las modificaciones negativas del código penitenciario.
"Ciertamente, esta reforma es un paso adelante frente al código penitenciario anterior, de hace 43 años", dijo Patrizio Gonnella, presidente de Antigone. "Quisiéramos que esta reforma fuera aún más valiente y que no perdiera el momentum, el impulso, y pudiera suponer un impacto duradero. Por ello, pedimos al gobierno y a las comisiones parlamentarias que presten atención a las lagunas que existen en la ley (acerca del derecho a la vida sexual, al afecto, los derechos de las personas extranjeras y las mujeres y la libertad de religión) y que se publique el contenido del decreto ley sobre el nuevo código penitenciario para menores".