De acuerdo con la Constitución checa, el jefe de Estado debe destituir a los ministros a petición del jefe de Gobierno, aunque la Constitución no establece plazos para ello.
A pesar de su ultimátum, los socialdemócratas tampoco han fijado una fecha límite, y eso que su dirección acordó apoyar el mandato de Jan Hamáček para negociar si se mantienen en el gobierno con el partido ANO de Andrej Babiš.
El presidente se niega a destituir al ministro
La crisis actual se debe en gran parte a la negativa del presidente Miloš Zeman de destituir al actual ministro de Cultura, a quien los críticos acusan de ser ineficaz, y a sustituirlo por Michal Šmard, propuesto por los socialdemócratas,
El politólogo Patrik Eichler, de la Academia Democrática Masaryk, un think tank asociado al partido, afirmó que en su reunión de dirección del partido Hamáček disfrutaba de la confianza de su partido, sea cual sea el futuro. Y que el primer ministro desea mantener la coalición.
"Es evidente que Andrej Babiš quiere que el gobierno continúe. Fue a la reunión de la dirección del partido de otro partido político, que está debatiendo sus casos, sus problemas, que están desestabilizando su mandato. Es una gran inversión de capital político".
El primer ministro trabaja duro para cooperar con un presidente "desmesurado
"Hará la que esté en sus manos para que el presidente Miloš Zeman acepte el nombramiento de Michal Šmarda como ministro de Cultura... ¡no estoy diciendo que vaya a ser mañana! Pero creo que sucederá este verano".
El presidente Zeman ha aprovechado las ambigüedades en la Constitución checa para desempeñar un papel político excesivo desde un puesto que tradicionalmente es honorífico. Nadie sabe cuánto tiempo retrasará todavía el nombramiento de un nuevo ministro de Cultura, aunque prometió destituir al actual, para el 31 de julio.
Los socialdemócratas acordaron el lunes que para final de mes decidirían los "siguientes pasos". La semana pasada, por una votación de 37 a 5, la dirección del partido en efecto autorizó a Hamáček a renunciar al gobierno, si el presidente no actuaba en el tema del ministro de Cultura para entonces.
¿Otros meses de paz en el partido?
Pero incluso si se resuelve la cuestión del ministro de Cultura, ¿cuánto tiempo podría durar la paz dentro del gobierno de minoría? Patrik Eichler afirmó:
"Hasta el otoño, creo. En septiembre u octubre, podemos esperar los resultados de la auditoría y la decisión sobre los conflictos de intereses de Andrej Babiš como jefe de gobierno. Y por supuesto habrá un intenso debate sobre el presupuesto del Estado, que dse debe enviar a la Cámara Baja en octubre".
El primer ministro espera asegurar la financiación del presupuesto para aumentar el gasto e inversión en bienestar social en un contexto de desaceleración del crecimiento económico y protestas masivas contra su gobierno.
El colapso de la coalición complicaría esos esfuerzos, pero no desencadenaría automáticamente elecciones anticipadas. Y Babiš ha dicho que tratará de gobernar, posiblemente con el apoyo del partido de extrema derecha Libertad y Democracia Directa.