En 2006, en las poblaciones que sufrían exclusión social en la República checa vivían entre 60-80,00 personas, pero actualmente la cifra ha ascendido a unas 95-115,000 personas.
Han surgido guetos en todas las regiones. La crisis económica ha empeorado la situación, pero lo que es más relevante, es que una nueva generación de personas no tiene la oportunidad de salir de los barrios pobres de su infancia. La comunidad más importante en estas poblaciones es la romaní. Aproximadamente el 80% de las personas no tienen trabajo y el 30-50% algo de experiencia en trabajos no declarados.