Observatorio de la UE

Teóloga ortodoxa de Sofía culpable de incitar a la discriminación contra un grupo no cristiano

Un tribunal de la capital búlgara ha dictaminado que la jefa del grupo de estudios religiosos de una iglesia es culpable de incitación a la discriminación contra un grupo espiritual basado en el yoga y la meditación.

by Bulgarian Helsinki Committee

El Tribunal de Distrito de Sofía ha fallado a favor de dos miembros del Centro Sri Chinmoy en su denuncia contra Desislava Panayotova, jefa del Centro de Estudios y Consultas Religiosas dentro de la Iglesia Ortodoxa de San Cirilo y San Metodio, por incitar a la discriminación contra su grupo.

Este es el primer caso en el que un tribunal búlgaro dictamina que, en virtud de la Ley de protección contra la discriminación, existe incitación a la discriminación, no debida a un discurso general de odio contra las minorías, sino a unas instrucciones discriminatorias concretas contra otros individuos concretos.

Es la primera vez que se ordena a una persona que interrumpa dicha conducta y se abstenga de repetirla.

Y también el primer cargo de la Iglesia Ortodoxa Búlgara que ha sido responsabilizado por conducta discriminatoria por propaganda contra grupos no cristianos.

Hechos

El Centro Sri Chinmoy es una asociación que promueve el yoga, la meditación y un estilo de vida de acuerdo con la filosofía de Sri Chinmoy, un líder espiritual estadounidense. La asociación organiza conciertos, exposiciones y tiene publicaciones.

En el período comprendido entre diciembre de 2006 y febrero de 2008, Desislava Panayotova, responsable del Centro de Estudios y Consultas Religiosas (CRSC) en la Iglesia Ortodoxa de San Cirilo y San Metodio en Sofía, canceló sus conciertos en múltiples ocasiones, incluso a pesar de que los gestores de los centros donde se iban a realizar ya habían firmado contratos con el Centro Sri Chinmoy.

Panayotova publicó en la página web de CRSC, que gestiona ella, artículos que pintan a la asociación como una amenaza, y envió cartas personales a los gerentes del Bulgaria Hall, la Casa de Arquitectos, el Centro Ruso y la Escuela de Música de Sofía -e Incluso llegó a reunirse personalmente en una ocasión con un gerente- con el fin de insistir en que no se celebraran los conciertos organizados por el Centro de Sri Chinmoy, a pesar de los acuerdos previos.

Panayotova convenció a los gerentes para que rompieran los contratos con la asociación pocos días antes de los conciertos, después de que el Centro Sri Chinmoy ya anunciara los locales.

Durante estas intervenciones, se presentó como doctora en teología y directora de una organización eclesiástica en el templo de San Cirilo y San Metodio, que "coopera con el Consejo de Ministros, la Asamblea Nacional de la República de Bulgaria y los medios sobre la presencia de comunidades religiosas".

Sentencia

La sentencia dice: "El Tribunal no puede ni quiere negar el derecho de [Panayotova] a formar su propia opinión y justificarla en base a sus creencias y prácticas [...]". Sin embargo, es inaceptable e ilegal que [...] ejerza influencia sobre terceros para que cancelen los eventos de los denunciantes, restrinjan sus reuniones, e incluso incumplan los acuerdos previos que habían firmado ya con ellos. [Estas creencias] no pueden ser un pretexto para su intención de restringir las actividades sociales de los denunciantes a través de la conducta de terceros".

El Tribunal de Distrito de Sofía dictaminó que la intención de Panayotova era clara y que gozaba de una posición desde la que ejercía influencia presentándose como una experta respetable reconocida por el Estado.

El tribunal dijo que si Panayotova creía que las denunciantes estaban involucrados en actividades ilegales, debería haber alertado a las instituciones y autoridades sobre sus sospechas, en lugar de organizar su propia campaña de persecución.

El tribunal subrayó que la Constitución ordena la separación de las instituciones religiosas del Estado, por lo que es inaceptable que los representantes de una religión persigan a miembros de otro grupo y que los denunciantes tienen derecho a realizar actividades religiosas interiores sin necesidad de estar registrados como una entidad religiosa.

Panayotova admitió ante la tribunal que su intención eran "proteger" a los creyentes ortodoxos de la "influencia de cultos religiosos no tradicionales" y que ella representaba la "posición de la Iglesia Ortodoxa".

Declaró que su uso de "conceptos teológicos" (secta, culto, etc.) "no puede ser juzgado por un tribunal secular que va a determinar si existe una violación en base a una ley secular como la Ley de protección contra la discriminación, y aún menos que ese tribunal establecezca si ese discurso puede ser calificado de "hostil".

La sentencia será recurrida ante el Tribunal de la Ciudad de Sofía.

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