En julio, el Comité de Helsinki en Bulgaria (BHC) advirtió sobre la demolición prevista de dos casas romaníes más en Garmen, Bulgaria.
El Tribunal Europeo de Derechos Humanos dictó "medidas provisionales urgentes" sobre las demoliciones previstas y sometió al gobierno búlgaro a dos preguntas:
1. ¿Qué medidas se han adoptado para proporcionar alojamiento y apoyo a las personas vulnerables entre las que viven allí?
2. ¿Las medidas prevén una separación de los niños de sus padres?
El pasado 4 de septiembre, el tribunal decidió no imponer las medidas provisionales después de que el gobierno informara de que el desalojo se había pospuesto hasta el 30 de septiembre para dar tiempo a encontrar un alojamiento alternativo.
Las medidas provisionales son medidas urgentes que, según la práctica consolidada del tribunal, se aplica únicamente cuando exista un riesgo inminente de daño irreparable. Tales medidas se deciden en relación con un recurso ante el tribunal sin prejuzgar ninguna decisión posterior sobre la admisibilidad o el mérito del asunto en cuestión.
El tribunal concede las peticiones de una medida provisional solo con carácter excepcional, cuando el solicitante hubiera de enfrentarse de lo contrario a un riesgo real de un daño grave e irreversible, así como a un tratamiento inhumano o degradante. Tales medidas provisionales fueron impuestas en 2008 en vísperas de la demolición prevista de "molino Batalova", un barrio romaní en Sofía, porque se garantizaba ningún alojamiento alternativo para los solicitantes vulnerables.