Hace tres años se aprobó la Ley de Seguridad Ciudadana, también conocida como Ley Mordaza, por la amenaza que supone para derechos y libertades fundamentales, por aumentar el riesgo de arbitrariedad y, por tanto, el efecto disuasorio que tiene al generar una gran inseguridad jurídica. Como ya denunciamos desde RIS, el Gobierno respondió a protestas sociales legítimas, legislando en contra de los derecho y libertades de la ciudadanía y protegiendo la seguridad de instituciones y autoridades. Además, esta Ley amparó las devoluciones en caliente desde Ceuta y Melilla, práctica totalmente ilegal desde el punto de vista del Derecho internacional. A todo ello se le ha sumado el hecho de que la Ley no introdujese salvaguardias reales frente al uso de perfiles raciales.
Hoy, 17 de marzo, habrá una gran movilización en las calles de España para pedir su derogación. Rights International Spain se ha querido sumar a estas iniciativas con un vídeo y una serie de carteles enumerando cinco de los motivos por los que la Ley Mordaza no debió aprobarse nunca.
Motivo nº 1: La falta de comunicación no puede impedir el ejercicio del derecho a la protesta pacífica
La Ley Mordaza da pie a la imposición de multas en caso de protestas pacíficas espontáneas, lo que va en contra de los estándares internacionales de los derechos humanos. De esta forma, se vulnera el derecho de reunión consagrado en el artículo 21 de la Constitución. En una democracia el derecho de reunión debe protegerse y facilitarse siempre, incluso cuando la manifestación o concentración no se haya comunicado previamente a las autoridades.
Motivo nº 2: La Ley Mordaza obstaculiza el ejercicio de formas de protesta totalmente pacíficas
A Rights International Spain le preocupa que los espacios públicos dejen de ser espacios para la participación política. Ello debido a que La Ley Mordaza sanciona distintos tipos de protesta pacífica, como las manifestaciones delante del Parlamento (con multas de hasta 30.000 Euros) o la ocupación pacífica de un edificio o de las vías públicas. Los Estados tienen la obligación de garantizar el ejercicio del derecho a reunirse pacíficamente.
Motivo nº 3: La Ley Mordaza puede generar impunidad policial
La Ley Mordaza impone multas de hasta 30.000 Euros por el “uso no autorizado de imágenes o datos personales o profesionales de autoridades o miembros de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad”. Además de violar la libertad de expresión, puede conllevar impunidad en casos de excesivo uso de la fuerza por parte de la policía; no hay que olvidar que, en muchos casos, estas imágenes son la principal prueba utilizada en los procesos por malos tratos policiales. También se imponen sanciones por las “faltas de respeto y consideración cuyo destinatario sea un miembro de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad”, lo que impide expresar opiniones críticas de las actuaciones policiales.
Motivo nº 4: La Ley Mordaza “legalizó” las devoluciones sumarias
Durante la tramitación de esta Ley también se aprovechó para dotar de respaldo legal a unas prácticas totalmente ilegales para el Derecho internacional: las devoluciones sumarias de personas migrantes desde los puestos fronterizos de Ceuta y Melilla. Con estas prácticas, se vulneran muchos derechos humanos de las personas que son devueltas automáticamente, sin posibilidades de solicitar asilo o de denunciar, en caso de haber sido víctimas de malos tratos por parte de las autoridades españolas. Además, se vulnera el principio de non refoulement, dado que existen riesgos de que estas personas sean víctimas de tortura en Marruecos o en sus países de origen.
Motivo nº 5: No se establecieron salvaguardias reales frente a los controles policiales por perfil racial
La Ley no introdujo ninguna de las medidas recomendadas por las instituciones internacionales de protección de los derechos humanos para erradicar los controles por perfil racial. En efecto, y aunque la Ley estableció una prohibición cosmética de la discriminación en las identificaciones, tres años desde su aprobación, los controles por perfil racial continúan siendo una práctica generalizada.