La primera ministra de Reino Unido, Theresa May, dijo que no dudaría en cambiar las leyes de derechos humanos si "se ponen en el camino" de la lucha contra el terrorismo. Dijo que habría que "restringir la libertad y los movimientos" de cualquier persona bajo sospecha y facilitar la deportación de extranjeros sospechosos. El anuncio se produce después de dos ataques terroristas -en Manchester y Londres- y antes de las elecciones generales este jueves. El líder laborista, Jeremy Corbyn, dijo que no se puede luchar contra el terrorismo "a base de acabar con los derechos básicos".