Después de que Francesco Spano dimitiera como director de la Oficina Nacional contra la Discriminación Racial (UNAR) a raíz de un escándalo, el presidente de la Coalición Italiana por los Derechos Civiles y las Libertades, Patrizio Gonnella, escribió a la Subsecretaria de Estado Maria Elena Boschi para subrayar la importancia de dar con un nuevo presidente para la UNAR que sea independiente y capaz de dar a la oficina el papel central que debería tener, en particular en una época como la actual de auge del populismo y la xenofobia.