A finales de 2017, Bélgica llegó a un acuerdo con la dictadura sudanesa para identificar a los exiliados que estaban en tránsito hacia Reino Unido. El señor M.A., un ciudadano sudanés que fue arrestado y detenido en un centro cerrado, fue identificado por una delegación sudanesa que luego emitió una autorización de expulsión. La actuación del Estado belga a lo largo de todo el caso incurrió en la violación constante de los derechos fundamentales. En primer lugar, por ordenar la expulsión del ciudadano sudanés sin evaluar los riesgos de tortura y trato inhumano a los que probablemente se enfrentaría en su país de origen; en segundo lugar, por hacer caso omiso de una decisión de un tribunal belga que prohibía su deportación a Sudán; y en tercer lugar, por obligar al denunciante a firmar un retorno "voluntario". El 27 de octubre de 2020, el Tribunal Europeo de Derechos Humanos (TEDH) falló contra Bélgica por estas graves violaciones.
La Liga Belga de Derechos Humanos intervino en el caso de primera instancia
Tras el acuerdo de colaboración entre Bélgica y el régimen dictatorial sudanés, la Liga Belga de Derechos Humanos (LDH) presentó una denuncia ante el Tribunal de Primera Instancia de Lieja, que dictaminó que las deportaciones a Sudán debían prohibirse. Lamentablemente, la sentencia fue recurrida y revocada alegando que LDH no tenía competencia para actuar en nombre de los ciudadanos sudaneses. Por ello, LDH intervino ante el TEDH en el caso que explicamos en este artículo: M.A. contra Bélgica.
La historia de M.A.
M.A. es un ciudadano sudanés que fue detenido en Bélgica en septiembre de 2017 e internado en un centro cerrado. Fue identificado por la delegación sudanesa, que emitió una autorización de deportación. Éste, presentó una solicitud de liberación ante la Sala del Consejo del Tribunal de Primera Instancia de Bruselas. Antes de que su solicitud fuera estudiada, le advirtieron que iba a regresar a Jartum al día siguiente. Tras una solicitud unilateral, el Presidente del Tribunal prohibió a Bélgica deportar a M.A. antes de que las jurisdicciones competentes hubieran dictado sus decisiones. Su vuelo de deportación fue cancelado, pero M.A. fue trasladado al aeropuerto y llevado al avión a la fuerza. Un oficial uniformado lo amenazó con nuevos intentos de deportación y le hizo firmar un retorno "voluntario", que de voluntario solo tenía el nombre.
Una victoria importante para los derechos humanos
El fallo del TEDH supone una importante victoria: el Tribunal dictaminó por unanimidad que M. A. fue deportado a Sudán sin una evaluación adecuada acerca de los riesgos de tortura y de trato inhumano y degradante, y violando su derecho a un recurso efectivo. Asimismo, determinó que esta deportación no podía calificarse de "voluntaria".
"El Tribunal declaró que las lagunas procesales de las que eran responsables las autoridades belgas no permitían que el solicitante sudanés continuara el procedimiento de solicitud de asilo que había presentado en Bélgica. Estas deficiencias asimismo hicieron que las autoridades belgas no evaluaran adecuadamente los riesgos a los que se enfrentaría en Sudán. Además, al deportarlo a Sudán a pesar de la prohibición dictada por el Tribunal, anularon los recursos que el solicitante había iniciado con éxito".
LDH celebra esta victoria, pero expresa su preocupación por la falta de respeto por los derechos fundamentales y la separación de poderes del gobierno belga correspondiente. LDH espera que este fallo suponga un mensaje contundente para al nuevo Secretario de Estado de Asilo y Migración. La política de migración de Bélgica no debe estar centrada en la deportación de personas a toda costa. El derecho a buscar protección internacional debe ser respetado en todas partes y en todo momento.