El 25 de abril, el Tribunal Supremo Administrativo de Lituania sostuvo que un anuncio publicitario en el que figuraba un hombre en vaqueros parecido a Jesús y una mujer parecida a la Virgen María violaba los principios de moralidad pública y ofendía la sensibilidad de los creyentes. El Tribunal no consideró que la interacción entre la expresión comercial y la libertad de culto, pero tuvo en cuenta el hecho que casi un centenar de creyentes se dirigieron a la Conferencia Episcopal Lituana, expresando su indignación al anuncio. El diseñador fue condenado a pagar una multa de 2.000 litas.