Un tribunal de Países Bajos condenó en diciembre a un asesor de un ex dictador etíope y lo sentenció a cadena perpetua por crímenes de guerra perpetrados durante las purgas del "Terror Rojo" de Etiopía en la década de 1970, entre ellas la ejecución de 75 presos. Se le declara culpable de ordenar el asesinato de presos en 1978, muchos de ellos menores de 18 años. En el juicio, celebrado bajo la jurisdicción universal neerlandesa, se le condenó de todos los cargos presentados por los fiscales: trato inhumano, tortura y asesinato en masa. Llegó a Países Bajos como solicitante de asilo en 1990.