Muchas iglesias en Hungría se vieron privadas arbitrariamente de su estatuto legal en virtud de la Ley de las Iglesias del país aprobada en 2012. Nueve de estas iglesias presentaron una denuncia basada en lla libertad religiosa ante el Tribunal Europeo de Derechos Humanos.
El tribunal falló a su favor en abril de 2014 y confirmó esta sentencia en septiembre de 2014, denegando el recurso del gobierno.
El gobierno tuvo que cambiar la ley para que fuera conforme a la legislación nacional y europea, pero la enmienda propuesta por el gobierno de Orbán no cumple esos requisitos..
La Unión Húngara de Libertades Civiles (HCLU) ha puesto en marcha un sitio web con una petición que pretende ser una advertencia: la enmienda prevista a la ley no soluciona el problema de las violaciones de los derechos humanos que fueron identificadas tanto por el Tribunal Constitucional de Hungría como por el Tribunal Europeo de Derechos Humanos.
Según el análisis de HCLU, la enmienda a la ley propuesta por el gobierno sigue infringiendo la legislación nacional y de la UE en varios aspectos:
- conserva la misma definición arbitraria de la religión y de la actividad religiosa;
- discrimina de manera injustificada entre iglesias en lo que atañe a su estatuto legal;
- garantiza privilegios indebidamente ampliados a algunas iglesias, no solo frente a las comunidades no religiosas, sino también en comparación con otras iglesias, en el ámbito del apoyo público a la vida religiosa y la financiación de actividades para el bien público;
- no consigue ofrecer soluciones jurídicas adecuadas a las iglesias que, cuando entró en vigor la legislación, se vieron privadas de su estatuto legal como iglesias;
- nosotros, el pueblo húngaro, exigimos igualdad civil y religiosa ante la ley desde 1848 -véase el cuarto punto de los doce puntos de los revolucionarios húngaros de 1848- pero ahora estamos más lejos de ella de lo que lo estábamos en el periodo de transición en 1989;
- la Ley de la Iglesia, en vigor desde 2012, otorga una amplia gama de privilegios y beneficios a las iglesias patrocinadas por el gobierno, mientras que priva de su estatuto legal a cientos de iglesias existentes y activas;
- la Ley de la Iglesia en vigor, tal y como la define el Tribunal Europeo de Derechos Humanos en su sentencia de 2014, no cumple con el requisito de neutralidad ideológica del Estado ni con la de la igualdad religiosa ante la ley, y sus disposiciones, tanto por separado como en conjunto, incumplen el Convenio Europeo de Derechos Humanos, violan la libertad de asociación a la luz de la libertad de conciencia y de religión, y constituyen por ello la obligación del Estado de pagar una compensación;
- la propuesta de enmienda del gobierno no devuelve el estatuto legal a las iglesias que padecieron agravios, ni pone remedio a las desigualdades entre las iglesias y las comunidades religiosas reconocidas; por el contrario, agrava las desigualdades al establecer tres estatutos distintos como iglesia, además mantiene el compromiso arbitrario del Estado hacia determinadas iglesias.
- el Parlamento votó en contra de esta propuesta de enmienda en diciembre de 2015.
La Unión Húngara de Libertades Civiles (HCLU) insiste en la necesidad de una ley que se base, en la mayor medida posible, en la libertad de conciencia, la autodefinición de las comunidades, la igualdad jurídica de las iglesias, la neutralidad del Estado, la separación entre Iglesia y Estado y la financiación neutral de los distintos sectores.
Estos principios deben aplicarse de conformidad con los principios básicos de una democracia constitucional moderna. El objetivo de nuestra campaña es llamar la atención del público nacional e internacional acerca de este asunto.
El elemento central de nuestra campaña es una petición a través de la cual queremos conseguir el mayor apoyo posible para nuestra campaña.