El Centro de Estudios para la Paz (CMS) ha advertido que la declaración de guerra no llevará a la mejora del sistema común europeo en su lucha contra el terrorismo.
Los Estados miembros de la UE acordaron brindar ayuda militar a Francia tras los ataques terroristas en París, activando la "cláusula de defensa colectiva" en una reunión a finales de noviembre.
El presidente francés Francois Hollande invocó la cláusula (Artículo 42.7 del tratado europeo) que obliga a los Estados miembros a dar pleno apoyo en caso de un ataque:
"Si un Estado miembro es objeto de una agresión armada en su territorio, los demás Estados miembros tendrán la obligación de prestarle ayuda y asistencia con todos los medios a su alcance".
Intervenir solo para proteger
La guerra mundial contra el terrorismo encabezada por Estados Unidos desde hace 14 años, ha resultado en la creación de grupos todavía más inquietantes que Al Qaeda, como el ISIS y Boko Haramm que se han convertido en organizaciones paramilitares y paraestatales.
Además, la activación de la claúsula de defensa colectiva crea una precedente internacional que interpreta el ataque de una organización terrorista como un ataque de un Estado formal, lo que da al ISIS una legitimidad estatal innecesaria e indeseada.
El CMS reitera que cualquier intervención militar en Siria debería tener como único objetivo proteger a la población local de la violencia del ISIS, y debería ser llevada a cabo el Consejo de Seguridad de la ONU.
De esta forma, la acción tendría legitimidad internacional y garantizaría la cooperación de todos los Estados miembros del Consejo que están -cada uno con sus evidentes intereses particulares- participando actualmente en la guerra de Siria.
Luchar contra las causas del terrorismo
La lucha contra el terrorismo debe encauzarse a través de otros mecanismos, por ejemplo, el Artículo 222 del Tratado de Funcionamiento de la Unión Europea, que regula los casos de ataque terrorista contra un Estado miembro (como ocurrió recientemente en París).
Esto garantizaría la cooperación entre los sistemas de seguridad de los Estados miembros (que no lograron evitar los ataques recientes) y un bloqueo global eficaz de la financiación del ISIS por parte de los Estados aliados de los países de Europa Occidental y Estados Unidos.
Los últimos catorce años de guerra contra el terrorismo nos han demostrado que la única forma verdadera de detener el terrorismo es eliminar sus causas. Las declaraciones de guerra emotivas, no sólo suponen una amenaza para las personas que están huyendo del terrorismo y para los ciudadanos europeos, sino que son exactamente el tipo de respuesta que desean los terroristas.