La UE ha adoptado ya algunas de nuestras propuestas para proteger mejor los derechos y mantener sanas nuestras democracias. Por ejemplo, la creación de un nuevo fondo para las organizaciones de derechos humanos y democracia, y la posibilidad de cortar la financiación de la UE a gobiernos autoritarios. El nuevo informe anual de la Comisión Europea es otra de nuestras ideas. Estas revisiones anuales de los gobiernos de la UE pueden ayudar a arrojar luz sobre problemas que empiecen a surgir en sus Estados miembros, lo que permite que la UE pueda intervenir en una fase temprana antes de que las amenazas a la democracia sean más difíciles de revertir, como en los casos de Hungría y Polonia.
La Comisión publicará su informe en septiembre. Ahora todavía está en la fase de recopilar la información sobre la situación. Liberties ha enviado también su propio informe con información de algunos de nuestros miembros.
Nuestro informe abarca ocho países de la Unión: Bulgaria, Croacia, España, Hungría, Italia, Países Bajos, Polonia y Rumania y revela que las amenazas a la democracia y los derechos en la UE no son únicamente un problema en los países gobernados por gobiernos con programas autoritarios, como Polonia y Hungría. Aunque la situación en esos países es mucho más grave, observamos tendencias similares en otros Estados de la UE. Estas son nuestras cuatro preocupaciones principales:
- Los tribunales no son lo suficientemente independientes y eficientes. Este es un gran problema: cuando la vida se tuerce por alguna circunstancia y tenemos que recurrir a los tribunales, queremos tener la oportunidad de dar nuestra versión de la historia y que una persona imparcial tome una decisión justa.
- La corrupción gubernamental sigue estando bastante extendida en algunos países, y muchos gobiernos no se están empleando en luchar contra la misma y llevar a los políticos corruptos ante la justicia. Cuando los gobiernos son corruptos, toman decisiones priorizando los intereses de sus amigos o familiares y no para favorece el bien común.
- Los medios de comunicación no pueden hacer su trabajo adecuadamente: en algunos casos, los periodistas no pueden informar libremente porque sus gobiernos controlan la emisora pública. En otros casos, tienen miedo de publicar sus investigaciones porque temen denuncias o ataques. A veces, las agencias de comunicación independientes no cuentan con el dinero necesario para pagar a los periodistas. Si queremos una democracia sana, es preciso que existan medios de comunicación libres e independientes que puedan supervisar el trabajo de nuestros gobiernos.
- Varios gobiernos están obstaculizando la posibilidad de que la gente se una y colabore en asociaciones o que organice protestas pacíficas. Así, resulta más difícil que los ciudadanos se organicen para expresarse con una sola voz y que presionen a los representantes políticos para que presten atención a nuestras opiniones.
Liberties ha ofrecido una serie de sugerencias a los líderes de la UE para resolver estos problemas. Por ejemplo:
- Que la UE lleve a los Estados a los tribunales con más frecuencia cuando estos infrinjan las leyes de la Unión cuyo fin es proteger los medios de comunicación independientes o frenar la corrupción. Hasta ahora, la Comisión Europea no siempre inicia estos casos, aunque tiene competencias para ello.
- La UE podría ejercer más presión política sobre los gobiernos que atacan deliberadamente la democracia y los derechos humanos. Por ejemplo, la Comisión Europea podría incluir recomendaciones para cada gobierno en su informe. De esta forma, quedaría claro qué se espera que haga cada país para resolver los problemas que señala la Comisión. Sin embargo, la Comisión no tiene intención de incluir recomendaciones en su informe.
- La UE podría garantizar que las organizaciones que trabajan a favor de la democracia tengan suficiente financiación. Por ejemplo, periodistas independientes y organizaciones de derechos humanos y pro democracia. Estas organizaciones son importantes, garantizan que la sociedad esté bien informada y pueda participar adecuadamente en un debate acerca de las políticas del gobierno, y facilitan que los ciudadanos puedan hacer llegar sus preocupaciones a los políticos o lleven a los tribunales los casos en que sus gobiernos ignoran la ley.