El 18 de marzo de 2016, hace un año, se firmó el Acuerdo sobre refugiados entre la UE y Turquía. Este primer aniversario dista mucho de ser un momento feliz: el pacto facilitó la devolución de refugiados que entraban en Europa vía Turquía o las islas griegas. A cambio de su cooperación, los Estados de la UE prometieron a Ankara 3 billones de euros.
Sin embargo, Turquía no es conocida por ser un país estable, ni un lugar seguro para refugiados y solicitantes de asilo. En Turquía no se cuida a los refugiados: viven en condiciones precarias y tienen un acceso muy limitado al trabajo, la educación y la salud. Las autoridades turcas practican además deportaciones en masa de sirios a su país natal, del que ellos huyeron para escapar de la guerra.
Los dirigentes europeos creían que el acuerdo con Turquía disuadiría a los refugiados de su intento de entrar en la UE.
El 18 de marzo del año pasado, los dirigentes europeos firmaron el acuerdo entre la UE y Turquía. Todos estuvieron de acuerdo en que había que devolver a Turquía, un país que la UE sigue considerando "seguro", a todas aquellas personas que llegaran a Grecia a través de Turquía sin salvoconducto para viajar y sin solicitar asilo o cuya solicitud se considerara no apta.
Con este acuerdo, los dirigentes europeos pretendían enviar un mensaje disuasoria a los refugiados, alentándoles a permanecer en Turquía.
Turquía no es un "país seguro" para los refugiados
Por lo que se refiere a los derechos humanos, el precio que hay que pagar por este acuerdo es muy alto. En primer lugar, Turquía organiza expulsiones forzosas ilegales de personas que huyen de la guerra, devolviéndolas a Siria.
Otro elemento que compromete su seguridad es que el 90 % de los refugiados sirios de Turquía vive fuera de los campos, en condiciones muy precarias, con un acceso muy limitado a servicios básicos.
La mayoría de los refugiados en Turquía vive fuera de los desbordados campamentos y se ve obligado a sobrevivir con un acceso muy limitado a los servicios básicos.
Un año después de la firma del acuerdo, solo se han emitido algunos miles de permisos de trabajo. La enorme mayoría de refugiados sobrevive gracias al trabajo informal. Solo el 60 % de los niños y niñas sirios que viven en Turquía tienen acceso a la educación. Miles de niños y niñas se ven obligados a trabajar.
Un acuerdo ilegal
El Acuerdo UE-Turquía va en contra de la Convención de Ginebra sobre Refugio. A los refugiados se les debe ofrecer la oportunidad de solicitar asilo en países europeos: por lo tanto, pueden solicitarlo en Grecia.
El tratado se basa en que Turquía está considerado un "país seguro" para solicitantes de asilo y refugiados, algo con lo que disienten las organizaciones de derechos humanos.
Además, el 20 de marzo de 2016, un tribunal griego emitió una resolución en el caso de un solicitante de asilo sirio que dictaminaba que Turquía no era un país tercero seguro.
Las organizaciones de derechos humanos no consideran que Turquía sea un país seguro para inmigrantes y dicen que la UE debe reconsiderar esta designación.
Libia: ¿el siguie
nte "país seguro"?
Cabe la posibilidad de que este acuerdo se utilice como modelo para futuros acuerdos de cooperación con otros países terceros. La UE ya está invirtiendo mucho dinero en reforzar la frontera libia, así como la Guarda Costera Libia, a fin de impedir que emigrantes y refugiados abandonen el país.
Estas personas se ven atrapadas en un país que se encuentra sacudido por una guerra civil brutal, donde tres gobiernos diferentes y cientos de milicias combaten entre sí. ¿Es así como nosotros, los europeos, cumplimos con nuestras responsabilidades hacia quienes viven en el exilio?
Cifras aterradoras
Desde el 4 de abril de 2016, 916 personas han sido devueltas a Turquía. Los dirigentes europeos consideran el Acuerdo UE-Turquía un éxito, puesto que el número de personas que llegan a las islas griegas se ha reducido drásticamente.
Desde que el acuerdo entró en vigor, sin embargo, más de 25.000 personas han arriesgado sus vidas siguiendo exactamente la misma ruta marítima. Bélgica, por su parte, ha reubicado 132 sirios que habían llegado desde Turquía.
Con motivo del 60º aniversario de la UE, deberíamos enterrar el Acuerdo UE-Turquía sobre refugiados a fin de respetar los valores europeos.
Con este acuerdo, la UE se aparta de sus valores y normas. Estos valores y normas son los que se recalcarán con motivo del 60º aniversario de la UE, que se celebrará este sábado 25 de marzo.
Solo hay un modo de celebrar este evento: la UE debe alzarse en favor de la solidaridad y enterrar el acuerdo que firmó con Turquía.
Firmantes:
Amnesty International, CAW Antwerpen, CIRÉ, CNCD-11.11.11, Église du Béguinage Bruxelles, Liga voor Mensenrechten, Ligue des droits de l’Homme, Limburgs Platform Vluchtelingen vzw, Médecins du Monde, Merchtem Multicultureel, Minderhedenforum vzw, ORBITvzw, vzw SOCK, Vluchtelingenwerk Nederland, Solentra asbl, VLOS vzw, Vluchtelingenwerk Vlaanderen, Werkgroep Vluchtelingen Gent, 11.11.11.