Un proyecto de ley que permitiría redadas en casas de personas sospechosas de alojar a migrantes irregulares ha provocado indignación en Bélgica. El gobierno alega que está transponiendo la legislación de la UE a la nacional, pero el juez Philippe Van Linthout afirma que es un insulto al poder judicial. "Un día despertaremos en un país donde ya no existan los derechos fundamentales". Los defensores de la ley dicen que es necesaria para realizar deportaciones de manera más efectiva y que las redadas serían el último recurso, después de avisar muchas veces a una persona que debe salir del país.