Durante la crisis de COVID-19 es vital que sigamos protegiendo nuestros derechos fundamentales. La Liga Belga por los Derechos Humanos (LDH) y la Liga voor mensenrechten (Liga) han decidido crear una Casa de los Derechos Humanos (Maison des droits humains) en Bruselas, un lugar dedicado a la promoción de los derechos y de las libertades. Acaban de lanzar una campaña de crowdfunding para apoyar el proyecto.
Desde hace más de un siglo, LDH y la Liga persiguen el mismo objetivo: defender los derechos humanos de todas las personas en Bélgica. Para ambas ONG, los derechos humanos son sobre todo una herramienta para cambiar las prácticas sociales y lograr justicia, libertad, igualdad y solidaridad, más allá incluso de los propios derechos en sí. Su trabajo únicamente es posible si se ciñen a lo que mejor saben hacer: producir análisis exhaustivos, ser creíbles y mantenerse independientes de todos los partidos y movimientos políticos.
La actual crisis sanitaria nos ha demostrado cuán necesaria es esa labor. Ambas ONG trabajan una diversidad de cuestiones, desde temas relacionados con el rastreo de los ciudadanos, la brutalidad policial, el acceso a la atención médica, los poderes especiales del gobierno, la protección de las personas migrantes y de las personas vulnerables y la defensa del sector cultural. "Más que nunca, los derechos fundamentales deben ser como una brújula que nos guíe para tomar las decisiones correctas tras esta crisis sanitaria", afirmó Olivia Venet, presidenta de LDH.
Sentemos las bases
En enero de 2020, las ONG decidieron comprar conjuntamente un edificio en la región de Bruselas para establecer la Casa de los Derechos Humanos. Situado en Molenbeek, en los suburbios de la capital belga, este edificio de 550 metros cuadrados se convertirá en un punto de referencia para la promoción de los derechos fundamentales. Un lugar que permitirá que ambas organizaciones se refuercen mutuamente y mantengan su independencia. Un lugar de encuentro para cientos de defensores de derechos humanos, empleados y voluntarios, y en el que se ofrecerá también formación al público en general.
La unión de las dos ligas de derechos humanos bajo un mismo techo es histórica. Simboliza la lucha contra la cerrazón identitaria y refleja una auténtica voluntad de unirse y trabajar juntas hacia un mismo objetivo. "LDH y la Liga han decidido unirse para crear una Casa de los Derechos Humanos en Bruselas. Porque los derechos son universales. Porque trascienden las fronteras. Este proyecto es un sueño que se está haciendo realidad y necesitamos el apoyo de todos para lograr que sea un éxito", dijo Kati Verstrepen, presidenta de la Liga.
La mejor manera de apoyar el proyecto
El coste total de la Casa (incluida la compra, los gastos de mudanza y las obras) asciende a 1,15 millones de euros. Las ONG han logrado recaudar 750.000 euros de sus propios fondos, lo que significa que necesitan otros 400.000 euros para cubrir los gastos restantes del proyecto. Esta suma debe conseguirse antes de firmar el acuerdo de venta, que está previsto para este 30 de septiembre.
Para ello, han lanzado una campaña de crowdfunding. Varias figuras públicas han apoyado el proyecto, entre ellas, Françoise Tulkens, ex vicepresidenta del Tribunal Europeo de Derechos Humanos y Alexis Deswaef, vicepresidente de la Federación Internacional de Derechos Humanos. "Debemos dar a los Derechos Humanos un hogar. Un lugar donde podamos protegerlos y garantizar su fuerza a nivel global", señaló Tulkens.
Thomas Gunzig también ha apoyado la campaña de recaudación de fondos, ha creado una página para la misma donde explica su compromiso: "nuestros derechos y libertades son fundamentales. La Liga los protege. Démosles nuestro apoyo". Todo el mundo puede contribuir al proyecto compartiéndolo y movilizando sus propias redes. Toda la información relacionada con el mismo está en el sitio web del crowdfunding. "La Casa de los Derechos Humanos es una oportunidad única para apoyarnos y construir juntos un futuro más justo y democrático, mucho más solidario".