Miles de personas salieron a las calles de Milán el sábado 20 de mayo para exigir que se dejen de construcción muros y que se mejore el sistema de acogida e integración de migrantes y refugiados. La marcha la convocaban todo tipo de entidades, desde autoridades locales, políticos a muchas organizaciones de la sociedad civil. Fue un encuentro fructífero entre personas de diversos orígenes que esperamos sirva para fortalecer un futuro cuyo centro sea el valor de los seres humanos, sin prejuicios ni discriminación por nacionalidad, creencias religiosas o color de la piel.