Cerca de un cuarto de millón de personas de toda Alemania salieron el sábado a la calle en Berlín para protestar contra el racismo y el odio bajo el lema "Solidaridad, no marginación". La manifestación #Unteilbar (indivisible) comenzó en el centro de la ciudad, en Alexanderplatz, y se extendió a lo largo de 5 kilómetros hasta llegar a la Columna de la Victoria, donde se montó un escenario al que subieron políticos y activistas a leer mensajes políticos y distintos músicos a animar a la multitud.
Los participantes portaban todo tipo de pancartas con lemas como "Los nazis no tienen cabida", "Unidos contra el racismo" y "El rescate marítimo no es un delito". La manifestación es una respuesta al clima actual de giro político hacia la extrema derecha y la creciente prevalencia del racismo y la discriminación, que cada vez gozan de mayor aceptación social en Alemania. También se cuestionaron los recientes debates políticos sobre el rechazo hacia los refugiados en las fronteras.
Muchas organizaciones y partidos políticos se unieron a las protestas masivas, como Amnistía Internacional, Pro Asyl, el Partido Socialdemócrata, Los Verdes y Die Linke para denunciar el populismo de derecha y pedir más solidaridad hacia los grupos marginados. También estuvieron presentes todo tipo de celebridades, desde presentadores de televisión, periodistas, escritores o músicos, como Jan Böhmermann y Herbert Grönemeier, que quisieron mostrar su apoyo públicamente.