El debate reciente en la Cámara Baja del Parlamento checo sobre el requisito de vacunación para los niños se centró en la necesidad y los beneficios de la vacunación, en el riesgo de contracción enfermedades introducidas en el contexto de la crisis de refugiados, y en la falta de responsabilidad del Estado por los efectos secundarios de las vacunas.
De hecho, pocos políticos hablaron de la enmienda propuesta por el Senado, que se refería a la supresión de la obligación de las guarderías y de los campamentos de verano de admitir solo a niños vacunados adecudamente. Debido a esto, una una sanción indirecta a los padres y una mayor carga de responsabilidad sobre los servicios de guardería siguen siendo una realidad en la República Checa.
Caso omiso a los efectos secundarios
"Durante la discusión acerca de las estadísticas concretas, que estaba destinado a llamar la atención sobre la seguridad de las vacunas, los parlamentarios no tuvieron en cuenta que los efectos secundarios apenas se denuncian, algo que también destaca el Instituto Estatal de control del medicamento. Sus declaraciones siguen los mismos argumentos de una serie de pediatras que tratan de restar importancia a la aparición de efectos secundarios", dijo Tereza Gross, abogada de la Liga Checa de los Derechos Humanos.
Algunos políticos han criticado públicamente el programa de vacunación. El eurodiputado Petr Bendl, por ejemplo, dijo que se opone a la vacunación obligatoria y no entiende por qué es necesario vacunar a los niños contra la hepatitis B, que es una enfermedad transmitida por la sangre y con mucha frecuencia de transmisión sexual. También condenó la vacuna hexa, una sola vacunación única para los niños destinada a seis enfermedades.
No son aceptados en las guarderías
La enmienda a la ley está depositada en el escritorio del presidente para su firma. Si el presidente no la vetara, la enmienda entrará en vigor. Para los organizadores de guarderías y campamentos infantiles, no ha cambiado nada en lo fundamental tras el debate parlamentario, ya que todavía se enfrentan a sanciones por la admisión de un niño no vacunado, aunque no se especifica la cantidad.
Los diputados sencillamente desperdiciaron una oportunidad de apoyar una propuesta que habría contribuido a acompasar la política de vacunación de la República Checa con la gran mayoría de los Estados europeos, que no exigen que los niños estén vacunados para entrar en la guardería.