La sociedad civil cada vez más excluida
El Mecanismo de Valores Europeos fue presentado en detalle en una sesión del Parlamento Europeo (PE) en Bruselas titulado "Resistir a las democracias enfermas en Europa", basada en un informe preparado bajo el paraguas de Human Rights House Foundation (HRHF), con la participación de varias organizaciones miembro de Liberties.
Expertos de la Fundación Helsinki para los Derechos Humanos en Polonia, la Unión Húngara de Libertades Civiles, el Comité Helsinki de Hungría, el Yucom - Comité de Abogados por los Derechos Humanos, el Centro Croata de Estudios para la Paz y la Casa de Derechos Humanos de Zagreb emitieron un informe relacionado en el que exponen una visión común sobre la protección de los valores europeos en los Estados miembros.
Malgorzata Szuleka, abogada e investigadora de la Fundación Helsinki para los Derechos Humanos en Polonia, advirtió de que la reducción del espacio para que las ONG dialoguen y asesoren al gobierno es un intento de excluir a la sociedad civil del proceso de toma de decisiones, especialmente al impedirles que compartan sus opiniones sobre los proyectos de ley.
'El nacionalismo es la guerra'
El evento organizado por HRHF en cooperación con dos europarlamentarios críticos con el gobierno de Viktor Orbán: Sophie in 't Veld, de la Alianza de los Liberales y Demócratas por Europa (ALDE) y Frank Engel, que pertenece al grupo europeo aliado con el gobierno de Orbán, el Partido Popular Europeo.
Engel afirmó en la sesión del Parlamento Europeo que desde la Segunda Guerra Mundial no se había puesto en duda la estructura fundamental de la democracia europea. El auge del antiliberalismo en la UE comenzó en Hungría en 2010, y si no actuamos ahora continuará expandiéndose y nos arrastrará de vuelta los años 30, .
In 't Veld desmintió la idea ampliamente extendida sobre la existencia de distintos tipos de "democracia":
"No debemos hablar de democracias enfermas, porque no existen distintos tipos de democracia, solo hay una. El debate no tiene que ver con las personas, no es sobre el pueblo húngaro o el polaco, porque todos son europeos.Tiene que ver con los gobiernos, esto debería estar muy claro".
Engel citó la famosa frase de Francois Mitterrand "Le nationalisme, c'est la guerre" (El nacionalismo es la guerra), y añadió:
"En Polonia, podríamos acabar con una situación en la que Kaczynski lleve a cabo un referéndum para que el pueblo decida si quiere asumir su destino o seguir trabajando con los países occidentales. El eurodiputado luxemburgués sí que distinguió entre la democracia polaca y la húngara pues, según él, en Hungría "la situación es menos grave porque el sistema no se sostiene sin la financiación de la Unión Europea".
¿Hacia dónde va Europa?
En su discurso, la aliada de Liberties, Márta Pardavi, del Comité Helsinki de Hungría alertó sobre una serie de síntomas de las democracias enfermas en Europa:
"Hemos visto cómo las malas prácticas de un país se extienden a otros y cómo esto lleva a que se reduzca el espacio civil. Nos entristece la falta de una reacción rápida de las instituciones de la UE. La reticencia a reconocer que esto estuviera ocurriendo ha llevado a otros países a seguir su ejemplo, y ahora, a principios de 2018, podemos estar realmente preocupados sobre la dirección hacia la que se dirige Europa ".
En la misma línea de Pardavi, Ivan Novosel de la Casa de Derechos Humanos de Zagreb dijo que aunque el gobierno de Orešković cayó después de seis meses, su hoja de ruta era una copia de lo que se está usando en Polonia y Hungría.
"Croacia se encuentra ahora en un limbo de democracia antiliberal. El país se deshizo de los antiliberales declarados, pero los dañós producidos durante esos seis meses no han sido reparados y no se ha caminado hacia la creación de una sociedad más abierta con más derechos humanos", explicó Novosel.
Pardavi señaló que la xenofobia creciente y la extensión de tolerancia al discurso de odio en los medios de comunicación nacionales no son cuestiones que se puedan gestionar con procedimientos de infracción individuales. Por eso las ONG que presentaron el informe señalaron que "la financiación del exterior ha sido fundamental para garantizar la protección de los derechos civiles y por ello es preciso que se establezca un fondo europeo a través del cual las instituciones de la UE puedan proteger a las organizaciones civiles, que proporcione una financiación sólida para la sociedad civil".
"Europa necesita un mecanismo de control de los valores europeos", dijo Malgorzata Szuleka. Ya es hora de que la UE reconozca el problema y actúe en consecuencia".