En los últimos años, muchos migrantes sin papeles que se encontraban en centros de internamiento de extranjeros han denunciado ante organizaciones de derechos humanos cómo han sido victimas de abusos, brutalidad policial e insultos racistas. Sin embargo, en la mayoría de los casos las víctimas son deportadas antes de que puedan declarar ante un juez, y por lo tanto los casos son archivados sin que exista una investigación judicial ni una revisión de los vídeos obtenidos con las cámaras en las instalaciones. De hecho, la ONU ha mostrado su preocupación por la falta de debida investigación en casos de maltrato denunciados por migrantes indocumentados privados de su libertad.
Pero esta vez, y gracias a la labor de la organización Fundación Acción Pro Derechos Humanos, un juez ha decidido ordenar la revisión de registros grabados por las cámaras a fin de investigar una de estas denuncias de abusos y violencia policial. El video, grabado en el interior de una lavandería de un centro de internamiento, muestra dos policías vestidos de paisano y a un inmigrante. Uno de los agentes aparece cogiendo al migrante por el cuello y golpeándolo al menos una vez, tras lo cual ambos policías lo sacan de la lavandería con sus manos esposadas para llevarlo al aeropuerto, desde donde será deportado.