Aunque las opiniones sobre cómo abordar el problema de las noticias falsas varían enormemente, una cosa está clara: el Parlamento Europeo no quiere un Ministerio de la Verdad, a la George Orwell.
Las elecciones estadounidenses mostraron el poder político de la desinformación, y el peligro es el mismo en Europa. ¿Sabías que seis de cada diez noticias que se comparten en las redes sociales no han sido leídas por el usuario que las comparte?