La Ley de Servicios Digitales (DSA) ha llegado a un jalón importante (otra vez). La próxima semana, el Parlamento Europeo efectuará una votación decisiva sobre la propuesta, presentada en diciembre de 2020 por la Comisión Europea, a la que el comité encargado de los mercados interiores dio luz verde en diciembre del año pasado.
La DSA no es una simple actualización de la Directiva sobre comercio electrónico, adoptada hace más de 20 años. Será la primera norma en el mundo que regule Internet. Su objetivo es hacer de Internet un "entorno virtual seguro, previsible y fiable" en el que las personas puedan ejercer libremente sus derechos fundamentales, "en especial, la libertad de expresión e información y la libertad de empresa, así como el derecho a la no discriminación".
Por desgracia, debido a los recursos aparentemente ilimitados de las grandes empresas tecnológicas y a las técnicas de presión nada transparentes que utilizan estos gigantes, las enmiendas de última hora pueden poner en peligro el prometedor comienzo de la DSA. La próxima semana, los grupos parlamentarios de la UE o los parlamentarios "persuadidos" podrían votar modificaciones que contradigan decisivamente el objetivo inicial y los acuerdos alcanzados en la nueva ley.
En Liberties llevamos años haciendo campaña a favor de una nueva normativa de Internet en la UE que garantice que las personas están por encima de los beneficios y que esté en consonancia con los objetivos que persigue la DSA. Aunque se han debatido numerosas inquietudes legítimas durante el desarrollo del proyecto de propuesta legislativa, hemos centrado nuestra tarea en las siguientes cuestiones:
- protección de la libertad de expresión, plazos proporcionales para la eliminación de contenidos
- medidas eficaces de aplicación de la ley
- una solución más contundente y más respetuosa con la privacidad para cambiar el modelo de negocio de la publicidad dirigida
La publicidad dirigida debe ser suprimida progresivamente para proteger nuestra privacidad
La industria de la tecnología publicitaria comercia con nuestros datos personales más sensibles, como nuestra ubicación, preferencias sociales y orientación sexual. Las técnicas de publicidad dirigida no sólo suponen una amenaza para las elecciones libres y justas, sino que además fomentan la difusión de desinformación. Instamos a los eurodiputados a suprimir progresivamente la publicidad dirigida y a poner fin a las técnicas de vigilancia por defecto.
La moderación automática de contenidos (filtros de carga) supone una amenaza para la libertad de expresión
Los algoritmos utilizados para moderar los contenidos en línea no pueden captar el contexto ni diferenciar entre la sátira y el contenido serio. Por lo tanto, las técnicas de moderación automatizada, que promueven las grandes empresas tecnológicas, no consiguen identificar de forma fiable los contenidos ilícitos. La propuesta de utilización de filtros de carga -contra lo que llevamos años haciendo campaña- podría llevar a la eliminación de debates razonables, información útil o incluso susceptible de salvar vidas y podría acabar limitando la libertad de expresión en el entorno digital. Ni que decir tiene que instamos a los eurodiputados a rechazar cualquier propuesta que pudiera reintroducir los filtros de carga.
La eliminación de contenidos transfronterizos podría facilitar que los populistas pusieran freno a las críticas
Con las propuestas actuales, los contenidos en línea podrían ser eliminados incluso si se publican en otro país de la UE. La consecuencia sería que un Estado miembro podría controlar lo que todos los demás ciudadanos de la UE pueden ver. Esto permitiría a los regímenes autoritarios, como el de Orbán en Hungría o el de Kazcynsky en Polonia, controlar la libertad de expresión en Internet. Pedimos a los legisladores que votaran con un claro "NO" a esta posibilidad.
En una carta enviada a los miembros del Parlamento Europeo (PE) pedimos que, a la hora de votar, lo tuvieran en cuenta, para proteger a las personas y sus derechos, así como para respetar los objetivos iniciales de la DSA.
Tras la votación en el PE esta semana, la Presidencia francesa de la UE intentará negociar un acuerdo definitivo entre los países de la UE (el Consejo) y los legisladores de la UE (el Parlamento).
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Participa e involúcrate. Envía una carta a los miembros más influyentes del Parlamento Europeo.
