El intercambio de información de inteligencia es una cuestión de derechos humanos. Los países pueden utilizar fórmulas secretas de intercambio de inteligencia para eludir las normas internacionales y nacionales sobre la vigilancia directa. Pero estas también pueden conducir al intercambio de información que puede facilitar violaciones de los derechos humanos, especialmente en países con un historial de derechos humanos deficiente o un Estado de derecho débil.
Los órganos nacionales de supervisión de inteligencia deben controlar la legalidad, propiedad, efectividad y eficiencia de las actividades de inteligencia de sus gobiernos, para garantizar a la sociedad que las agencias de inteligencia cumplen su función de forma responsable.
¿Están informados los órganos de supervisión?
La Coalición Italiana por las Libertades Civiles y los Derechos (CILD) que ya planteó esta cuestión ante el Comité de Derechos Humanos de la ONU, se ha unido a Privacy International y a más de 30 organizaciones nacionales de derechos humanos para escribir a los organismos nacionales de supervisión de inteligencia de más de 40 países y pedirles información sobre las actividades de intercambio de inteligencia de sus gobiernos.
Entre los países a los que se ha escrito están los que pertenecen a Los Cinco Ojos, una alianza hermética de vigilancia global entre Estados Unidos, Reino Unido, Canadá, Australia y Nueva Zelanda. La carta también fue enviada a casi todos los países que forman parte de asociaciones de vigilancia que han surgido a partir de los Cinco Ojos:
- Los Nueve Ojos (los Cinco Ojos más Dinamarca, Francia, Países Bajos y Noruega.
- Los 14 Ojos (los Nueve Ojos más Bélgica, Alemania, Italia, España y Suecia.
- Los 43 Ojos (los 14 Ojos más los miembros de 2010 de las Fuerzas de Asistencia de Seguridad Internacional a Afganistán)
Concretamente, estamos buscando más información acerca de si estos órganos nacionales de supervisión están informados sobre las actividades de intercambio de inteligencia de sus gobiernos; si tiene capacidad para supervisar de forma independiente las actividades de intercambio de inteligencia de sus gobiernos; si tienen acceso a toda la información pertinente sobre las actividades de intercambio de información de sus gobiernos; si tienen capacidad de evaluar las decisiones de sus gobiernos de compartir información y/o llevar a cabo investigaciones independientes sobre las actividades de intercambio de inteligencia de sus gobiernos; y si son capaces de cooperar con otros órganos de supervisión para supervisar las actividades de intercambio de inteligencia de sus gobiernos.
Se ha fijado el 31 de octubre como plazo para que cada órgano nacional de supervisión responda. Privacy International ha creado un mapa interactivo (arriba) que muestra los países incluidos en la campaña y los órganos nacionales de supervisión de inteligencia que han sido contactados en cada país. El mapa se actualizará cuando se reciban las respuestas.